¡Agenda una sesión con Bono Fonasa presencial a solo $14.170!

20 Técnicas de Intervención en Terapia Familiar que Realmente Funcionan

Terapia Familiar

Las Terapias familiares, mediante sus técnicas de intervención buscan solucionar problemas en la familia.

Además, la psicoterapia también puede ayudar a mejorar el ambiente familiar, resolver conflictos y hacer que la comunicación sea más efectiva. Esto se logra cuando el profesional de la salud mental aplica herramientas de la terapia familiar sistémica.

Un psicólogo es la persona ideal para ofrecer la terapia familiar.

En sus distintas sesiones, se crearán nuevas conexiones familiares, se darán técnicas de tratamiento psicológico para problemas familiares,  para aliviar el estrés, que harán que el núcleo familiar sea más sólido motivando la independencia de sus miembros.

Gracias a las técnicas de intervención en la terapia familiar se logrará:

  • Analizar la capacidad familiar de resolver conflictos.
  • Desarrollar la capacidad de expresar pensamientos y emociones.
  • Explorar las reglas familiares. Así como los roles y los patrones de comportamiento.
  • Identificar las fortalezas de tu familia y sus debilidades.

Por lo general, la terapia familiar suele ser a corto plazo, aunque esto siempre dependerá del tipo de terapia que estén llevando a cabo.

Terapia Familiar - Técnicas de Intervención

947

La terapia familiar es un enfoque psicoterapéutico que busca mejorar la dinámica y la comunicación entre los miembros de una familia. Su objetivo principal es promover un entorno más saludable, donde cada integrante pueda expresar sus emociones, resolver conflictos y fortalecer los vínculos afectivos. Para lograrlo, los profesionales emplean diversas técnicas de intervención adaptadas a las necesidades específicas de cada familia.

¿Qué se busca con la terapia familiar?

Los objetivos de la terapia familiar pueden variar según el motivo de consulta, pero en general apuntan a:

  • Mejorar la comunicación entre padres, hijos y otros miembros.

  • Resolver conflictos que afectan la convivencia.

  • Fortalecer el apoyo emocional dentro del sistema familiar.

  • Aumentar la comprensión mutua y la empatía.

  • Establecer límites y roles más claros para cada integrante.

Estas metas se trabajan de manera gradual, en un ambiente de respeto y colaboración. El terapeuta actúa como guía, ayudando a identificar patrones disfuncionales y a reemplazarlos por formas más sanas de relacionarse.

Terapia Familiar Online

Principales Técnicas de intervención en terapia familiar

Las técnicas de intervención en terapia familiar son herramientas que el profesional utiliza para facilitar el cambio y el crecimiento dentro del grupo familiar. Algunas de las más comunes son:

  • Reestructuración familiar: Se trabaja para modificar las jerarquías, roles y reglas no explícitas que afectan el funcionamiento familiar.

  • Escultura familiar: A través de representaciones visuales, cada miembro muestra cómo percibe las relaciones dentro del grupo. Esto permite identificar tensiones y generar conversación.

  • Tareas para el hogar: El terapeuta puede proponer ejercicios prácticos entre sesiones para reforzar aprendizajes y fomentar nuevos comportamientos.

  • Técnicas narrativas: Se invita a los miembros a contar su historia desde distintas perspectivas, promoviendo la comprensión y resignificación de los conflictos.

  • Entrenamiento en habilidades de comunicación: Se enseñan formas más efectivas de expresar necesidades, escuchar activamente y resolver desacuerdos sin recurrir a la agresión o el silencio.

Cada una de estas técnicas se elige según las características particulares del caso, buscando siempre favorecer el bienestar del grupo y de sus integrantes a nivel individual.

Terapia Online

Beneficios concretos de las técnicas de intervención en terapia familiar

Las técnicas de intervención en terapia familiar no solo buscan resolver conflictos puntuales, sino también generar cambios profundos y sostenibles en la forma en que las familias se relacionan. Entre los beneficios más importantes que se pueden alcanzar están:

    • Abordar las adicciones dentro del entorno familiar: En familias con dinámicas tóxicas, no es raro que uno o más miembros desarrollen conductas adictivas como forma de escape o regulación emocional. La terapia familiar ayuda a identificar cómo estas dinámicas contribuyen a la adicción y a crear un entorno más saludable que apoye la recuperación.

    • Fomentar la comprensión y unidad familiar: A través del trabajo conjunto, se busca eliminar patrones tóxicos y promover la empatía. La intervención requiere del compromiso de todos los integrantes, ya que el cambio real ocurre cuando la familia actúa como un sistema unido.

    • Psicoeducación para el cambio: Una parte fundamental de la terapia es informar y sensibilizar a la familia sobre el impacto que tienen sus palabras, actitudes y formas de relacionarse. Comprender cómo ciertas conductas dañan a los demás puede generar una mayor disposición al cambio.

    • Fortalecer los vínculos familiares y de pareja: Las técnicas de intervención permiten que las relaciones dentro del hogar, incluyendo la pareja, se vuelvan más equilibradas, respetuosas y afectivas. Cuando la familia se involucra activamente, es posible reconstruir la confianza y mejorar la convivencia.

    • Desarrollar herramientas emocionales prácticas: Los miembros de la familia aprenden habilidades para reconocer sus emociones, regularlas y comunicarse de forma clara y respetuosa. Esto favorece una convivencia más armónica y permite que la familia funcione como un sistema de apoyo constante.

Terapia Familiar Online

Terapia Familiar Sistémica: Técnicas de Intervención Sistémica

terapia familiar técnicas de intervención

En el enfoque de la terapia familiar sistémica, el terapeuta trabaja con la familia como un todo, observando las interacciones, los roles que cada miembro desempeña y los patrones que se repiten. No se trata de buscar culpables, sino de comprender cómo funciona el sistema familiar y cómo ciertos comportamientos se mantienen en el tiempo.

Para lograr este objetivo, se utilizan diversas técnicas de intervención sistémica, que ayudan a visibilizar los conflictos, modificar las dinámicas disfuncionales y promover un cambio duradero en la forma en que los miembros se relacionan entre sí. Estas herramientas permiten al terapeuta intervenir de manera estratégica, facilitando el diálogo, la toma de conciencia y la reorganización de los vínculos.

Te presentamos algunas de las técnicas más empleadas en la terapia familiar sistémica, explicadas de forma clara y sencilla para que puedas entender en qué consisten y cómo pueden ayudarte a transformar las relaciones familiares.

Terapia Estratégica

terapia familiar técnicas de intervención

La terapia estratégica es un tipo de intervención centrada en encontrar soluciones prácticas y eficaces para los problemas que presenta una familia. A diferencia de otros enfoques más exploratorios, aquí se busca generar cambios concretos en las dinámicas familiares mediante la implementación de estrategias específicas.

Este modelo forma parte de las terapia familiar técnicas de intervención más utilizadas cuando se quiere actuar rápidamente sobre conductas disfuncionales, sin profundizar en exceso en el origen histórico del problema. La intervención estratégica se estructura en varias etapas, cada una con un propósito definido.

Etapa social: establecer un vínculo con la familia

En esta primera fase, el terapeuta busca crear un ambiente de confianza y colaboración. Se presenta de forma cercana, escucha sin emitir juicios y promueve la participación de todos los miembros. El objetivo es reducir las resistencias y lograr que cada integrante se sienta escuchado y validado.

Fase del problema: definir el conflicto

Aquí se intenta comprender con claridad cuál es el problema que trae a la familia a consulta. El terapeuta hace preguntas específicas para identificar el síntoma central, cómo se manifiesta y qué impacto tiene en el sistema familiar. Es crucial delimitar bien el problema, ya que sobre él se construirán las estrategias de cambio.

Etapa de las interacciones: analizar los patrones

En esta fase se estudian las interacciones repetitivas entre los miembros de la familia que podrían estar alimentando el problema. Se exploran roles, alianzas, ciclos de conducta y formas de comunicación, con el fin de detectar dónde se estanca el sistema.

Terapia de las metas: orientar el cambio

Una vez entendido el conflicto y cómo se mantiene, se establecen metas terapéuticas concretas y alcanzables. Estas metas guiarán toda la intervención y permiten a la familia visualizar hacia dónde se dirige el proceso. El terapeuta actúa como facilitador del cambio, proponiendo nuevas formas de actuar y relacionarse.

Fase de las tareas: intervenir con acciones específicas

En esta última etapa se proponen tareas prácticas o conductuales que la familia debe realizar entre sesiones. Estas acciones están diseñadas para modificar patrones disfuncionales y fomentar nuevas dinámicas más saludables. Las tareas pueden parecer simples, pero están pensadas estratégicamente para generar un cambio real.

Terapia Estructural

terapia familiar técnicas de intervención

La terapia estructural es uno de los modelos más influyentes dentro de la terapia familiar técnicas de intervención. Fue desarrollada por Salvador Minuchin y se basa en la idea de que los conflictos familiares no pueden entenderse sin analizar la estructura que organiza las relaciones dentro del sistema familiar. Según este enfoque, una familia funciona como un sistema jerárquico, con límites y roles que regulan cómo interactúan sus miembros.

Cuando esta estructura está desorganizada —por ejemplo, cuando los límites son difusos o demasiado rígidos— pueden surgir problemas emocionales, conductuales o de comunicación. La función del terapeuta estructural es reorganizar esa estructura para restaurar el equilibrio y promover un funcionamiento más saludable.

Comprender la estructura familiar

Uno de los primeros pasos en este tipo de intervención es identificar cómo está configurada la familia: quién toma las decisiones, cómo se distribuyen los roles, qué reglas implícitas regulan la convivencia. Se presta especial atención a tres elementos clave:

  • Subsistemas: la familia se compone de distintos grupos internos (por ejemplo, padres, hermanos, pareja) que tienen funciones y dinámicas propias.

  • Límites: son las “fronteras” que delimitan la interacción entre los miembros. Pueden ser claros, difusos o rígidos.

  • Jerarquía: indica quién tiene autoridad dentro del sistema y cómo se ejerce esa autoridad.

Cuando estos elementos están mal definidos, es más probable que surjan conflictos persistentes, triangulaciones o inversiones de rol (como hijos que actúan como padres).

Intervención directa en las dinámicas familiares

Una característica distintiva de la terapia estructural es que el terapeuta no solo escucha y analiza, sino que interviene activamente en las sesiones, muchas veces participando en los intercambios familiares para redirigirlos o hacerlos visibles.

Se utilizan técnicas como:

  • Mapeo estructural: es una representación visual de la familia que permite al terapeuta identificar cómo se organizan los subsistemas, los límites y la jerarquía.

  • Desenredo de interacciones disfuncionales: el terapeuta interrumpe patrones negativos de comunicación en el momento en que ocurren para promover nuevas formas de relacionarse.

  • Refuerzo de roles parentales: cuando los límites generacionales están desdibujados, se trabaja para restablecer la autoridad de los padres y evitar que los hijos asuman responsabilidades que no les corresponden.

  • Reestructuración: es el proceso central de esta terapia, que busca modificar la organización del sistema familiar para que funcione de manera más adaptativa.

Aplicaciones prácticas y beneficios

La terapia estructural es especialmente útil en casos donde hay conflictos persistentes entre padres e hijos, problemas de disciplina, falta de límites, familias reconstituidas o situaciones en que uno de los miembros presenta un síntoma que refleja una disfunción mayor en el sistema (por ejemplo, un niño con problemas de conducta que actúa como “portavoz” del malestar familiar).

Al reorganizar la estructura y fortalecer los límites y roles, la familia recupera su capacidad de autorregularse. Esto permite mejorar la convivencia, reducir los síntomas individuales y promover un desarrollo emocional más sano en todos sus miembros.

Dentro del conjunto de terapia familiar técnicas de intervención, el modelo estructural ofrece un enfoque concreto, dinámico y profundamente transformador, especialmente cuando se necesita recuperar el orden y la funcionalidad del sistema familiar.

Terapia Narrativa

terapia familiar técnicas de intervención

La terapia narrativa es una de las terapia familiar técnicas de intervención más utilizadas cuando se busca comprender los problemas no solo como síntomas individuales, sino como parte de las historias que las personas y familias se cuentan a sí mismas. Este enfoque, desarrollado por Michael White y David Epston, parte de una premisa clave: los problemas no definen a las personas, sino que se construyen a través del lenguaje y las narrativas que se repiten en el tiempo.

En este tipo de terapia, se trabaja con la idea de que toda familia construye una historia sobre sí misma: quiénes son, qué conflictos han vivido, qué roles cumplen sus integrantes, qué se espera de cada uno. Muchas veces, esas narrativas se vuelven rígidas o limitantes, manteniendo el malestar.

Separar a la persona del problema

Uno de los pilares fundamentales de la terapia narrativa es la externalización del problema. Esto significa que el terapeuta ayuda a la familia a ver que el problema no está “dentro” de una persona, sino que es algo externo que afecta a la familia. Por ejemplo, en lugar de decir “mi hijo es agresivo”, se puede replantear como “nuestra familia está enfrentando dificultades para manejar la agresividad”.

Este cambio de enfoque permite que los miembros de la familia dejen de culparse o etiquetarse, y comiencen a colaborar como equipo para enfrentar ese problema externo. Externalizar es liberar: da espacio para la compasión, el diálogo y la posibilidad de construir nuevas respuestas.

Reconstruir narrativas más saludables

Una vez que el problema se externaliza, el terapeuta guía a la familia para que explore otras historias posibles, especialmente aquellas que muestran momentos de fortaleza, conexión, cambio o resistencia al malestar. Estas “historias alternativas” permiten redefinir la identidad familiar desde una perspectiva más positiva y esperanzadora.

El objetivo es que las personas dejen de verse como “una familia con fallas” y empiecen a reconocerse como una familia capaz de resolver sus dificultades, aprender de sus experiencias y crecer a partir de ellas.

Herramientas utilizadas en la terapia narrativa

La terapia narrativa emplea diferentes técnicas que ayudan a dar forma a este proceso:

  • Cartas terapéuticas: se escriben textos simbólicos para reforzar nuevos significados o reconocer logros dentro del proceso terapéutico.

  • Conversaciones doble escucha: el terapeuta presta atención tanto al problema como a los valores y capacidades que emergen en el relato.

  • Preguntas desafiantes: invitan a cuestionar creencias rígidas o negativas sobre uno mismo o sobre la familia.

  • Metáforas y símbolos: se utilizan para facilitar la comprensión emocional y reforzar nuevas narrativas.

Aplicaciones de la terapia narrativa en la familia

Este enfoque es especialmente útil cuando los conflictos familiares están ligados a etiquetas o roles que generan estancamiento: “la hija rebelde”, “el padre ausente”, “la familia disfuncional”. Al cambiar el lenguaje, se cambia también la relación con esos conflictos.

Dentro del conjunto de terapia familiar técnicas de intervención, la terapia narrativa ofrece una mirada compasiva, creativa y profundamente transformadora para que las familias puedan escribir una nueva historia juntos.

 La Psicoterapia Breve

terapia familiar técnicas de intervención

La psicoterapia breve es un enfoque terapéutico centrado en objetivos concretos, diseñado para obtener resultados en un período de tiempo limitado. Dentro del campo de la terapia familiar técnicas de intervención, esta modalidad es ideal cuando se necesita una intervención familiar breve, especialmente en situaciones de crisis o cuando se busca resolver un conflicto específico sin iniciar un proceso terapéutico prolongado.

Este tipo de terapia parte de la premisa de que el cambio puede darse incluso en pocas sesiones, si se enfoca adecuadamente y se trabaja con metas claras. La psicoterapia breve no busca explorar en profundidad el pasado de la familia, sino actuar sobre el presente, promoviendo cambios rápidos y sostenibles.

Características principales de la psicoterapia breve familiar

  • Duración limitada: suele extenderse entre 6 y 20 sesiones, dependiendo del caso.

  • Enfoque en soluciones: en lugar de centrarse en las causas del problema, se trabaja en lo que se puede hacer aquí y ahora para mejorar.

  • Participación activa: todos los miembros relevantes de la familia se involucran en la búsqueda de soluciones.

  • Rol directivo del terapeuta: el profesional guía la conversación, propone tareas y orienta al grupo hacia sus objetivos.

Estas características hacen que sea una herramienta eficaz dentro de las técnicas de intervención en terapia familiar, sobre todo cuando la familia necesita un apoyo psicológico concreto, práctico y enfocado al cambio.

Técnicas utilizadas en la psicoterapia breve

En este modelo se emplean intervenciones breves y enfocadas, como:

  • Preguntas orientadas al cambio: ayudan a visualizar qué pasaría si el problema desapareciera, lo que permite identificar deseos, metas y recursos disponibles.

  • Tareas entre sesiones: se proponen pequeñas acciones prácticas para aplicar en casa y evaluar su impacto.

  • Identificación de excepciones: se exploran momentos en que el problema no estuvo presente o fue menos intenso, para reforzar estrategias que ya funcionan.

  • Refuerzo de fortalezas: se pone el foco en lo que la familia ya hace bien, promoviendo una visión más positiva de sí misma.

Cuándo es útil este tipo de intervención

La psicoterapia breve en contexto familiar es especialmente útil cuando:

  • La familia enfrenta una crisis puntual (como una separación, enfermedad o cambio importante).

  • Existe un conflicto específico que genera tensión y se busca una solución rápida y efectiva.

  • Se requiere mejorar la comunicación o la cooperación en corto plazo.

  • Algún miembro está pasando por dificultades emocionales y se necesita un apoyo psicológico en familia que lo contenga sin alargar el proceso.

Beneficios de la psicoterapia breve en la familia

Al formar parte del conjunto de terapia familiar técnicas de intervención, la psicoterapia breve ofrece beneficios como:

  • Reducción rápida del malestar.

  • Mayor motivación al ver resultados en pocas sesiones.

  • Optimización del tiempo y los recursos de la familia.

  • Fortalecimiento de los lazos familiares desde un enfoque práctico.

Este enfoque demuestra que no siempre se necesita un proceso largo para lograr cambios significativos. A veces, una mirada externa, acompañada de estrategias bien dirigidas, puede desbloquear el conflicto y abrir caminos hacia una convivencia más armoniosa.

Terapia Transgeneracional

Terapia que no sólo examina la familia actual, sino las pasadas. Hay familias que tienen generaciones completas arrastrando problemas. Esta terapia busca la manera de subsanar esos vicios emocionales del pasado.

La terapia transgeneracional es una de las terapia familiar técnicas de intervención que se enfoca en explorar cómo la historia familiar, a lo largo de varias generaciones, influye en los problemas actuales de una familia. Este enfoque parte de la idea de que no solo heredamos rasgos físicos, sino también patrones emocionales, creencias, traumas y formas de relacionarnos que pueden afectar nuestras vidas sin que seamos plenamente conscientes de ello.

Muchas veces, una familia repite ciertos conflictos, roles o decisiones sin saber que están relacionados con experiencias no resueltas del pasado, como duelos, secretos familiares, abandonos o mandatos transmitidos de generación en generación.

Entender la influencia de las generaciones anteriores

En la terapia transgeneracional, el terapeuta ayuda a la familia a mirar más allá de los síntomas visibles para comprender el origen de ciertas dinámicas actuales. Se exploran elementos como:

  • Lealtades invisibles: vínculos emocionales profundos con antepasados que pueden generar culpa o necesidad de repetir sus decisiones.

  • Mandatos familiares: creencias o reglas no escritas que influyen en cómo se vive el amor, la maternidad/paternidad, el éxito o la autonomía.

  • Duelos no resueltos: pérdidas importantes que no fueron elaboradas y que siguen afectando al sistema familiar actual.

  • Secretos familiares: situaciones silenciadas que generan confusión o síntomas inexplicables en generaciones posteriores.

Este análisis permite descubrir problemas familiares repetitivos que se perpetúan sin que la familia sepa por qué.

Técnicas utilizadas en la terapia transgeneracional

Para trabajar con estas dinámicas, el terapeuta puede utilizar herramientas como:

  • Genograma familiar: una representación gráfica de varias generaciones, que permite visualizar relaciones, eventos clave y patrones recurrentes.

  • Relectura de la historia familiar: se invita a los miembros a narrar desde nuevas perspectivas, reconociendo los recursos y heridas heredadas.

  • Identificación de repeticiones: se exploran conductas, elecciones de pareja o síntomas que se repiten y se reflexiona sobre su origen y significado.

  • Trabajo simbólico: en algunos casos, se utilizan rituales, cartas o actos simbólicos para cerrar ciclos o reconocer figuras importantes del pasado.

Estas herramientas permiten que la familia tome conciencia de dinámicas familiares inconscientes y pueda comenzar a liberar cargas que no le pertenecen.

Aplicaciones y beneficios de este enfoque

La terapia transgeneracional es especialmente útil en familias donde:

  • Se observan patrones que se repiten en distintas generaciones (por ejemplo, rupturas, adicciones, distanciamiento afectivo).

  • Hay síntomas que no mejoran con intervenciones centradas solo en el presente.

  • Existen vínculos intensos con el pasado que dificultan la autonomía emocional.

  • Se desea comprender la raíz profunda de ciertos conflictos familiares.

Al integrarse dentro del conjunto de terapia familiar técnicas de intervención, este modelo ofrece una mirada profunda y liberadora, que ayuda a sanar no solo a la familia actual, sino también a reconocer y resignificar el legado de generaciones anteriores.

Orientación Psicológica Gratuita

ONLINE

Terapia Cognitivo-Conductual

terapia familiar técnicas de intervención

Esta terapia familiar usa técnicas de intervención en la cual crea una restructuración cognitiva en la familia. Además busca modificar problemas de conductas. Intentar conseguir la asertividad en cada uno de sus miembros.

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las terapia familiar técnicas de intervención más utilizadas cuando se desea trabajar de forma estructurada, práctica y basada en evidencia. Este enfoque combina dos componentes fundamentales: el trabajo sobre los pensamientos (cogniciones) y la modificación de conductas observables, con el objetivo de generar cambios positivos en la vida cotidiana.

En el contexto familiar, la TCC permite identificar creencias negativas o irracionales que sostienen los conflictos, así como conductas problemáticas que perpetúan el malestar. El enfoque es colaborativo y orientado al cambio, involucrando activamente a todos los miembros relevantes de la familia.

Cómo se aplica la TCC en la terapia familiar

En una intervención cognitivo-conductual con familias, se trabaja sobre tres ejes principales:

  • Pensamientos disfuncionales: se detectan creencias erróneas o distorsiones cognitivas que afectan la convivencia, como “mi hijo nunca me escucha” o “mis padres solo me critican”.

  • Emociones asociadas: se exploran los sentimientos que surgen de estos pensamientos, como frustración, ira o tristeza.

  • Conductas concretas: se analizan las acciones que refuerzan los conflictos, como gritos, silencios prolongados o evasión del diálogo.

El objetivo es que la familia aprenda a reformular pensamientos, gestionar mejor sus emociones y modificar patrones de conducta que generan tensión o distancia.

Técnicas de intervención cognitivo-conductual

Entre las herramientas más utilizadas en este enfoque se encuentran:

  • Reestructuración cognitiva: ayuda a cuestionar pensamientos automáticos negativos y reemplazarlos por otros más realistas y funcionales.

  • Entrenamiento en habilidades sociales: se enseñan formas efectivas de comunicación familiar, manejo de conflictos y expresión emocional.

  • Tareas conductuales: se proponen ejercicios prácticos para aplicar entre sesiones, como establecer rutinas positivas, usar refuerzos o practicar la escucha activa.

  • Modelado y rol playing: el terapeuta enseña nuevas conductas mediante el ejemplo o simulaciones dentro de la sesión.

Estas técnicas buscan resultados observables en el corto y mediano plazo, promoviendo un ambiente familiar más cooperativo y equilibrado.

¿Cuándo es útil este enfoque?

La TCC aplicada a la familia es especialmente eficaz en casos de:

  • Problemas de conducta en niños o adolescentes.

  • Dificultades de comunicación entre padres e hijos.

  • Conflictos en parejas con hijos.

  • Estrés familiar crónico o mala gestión emocional cotidiana.

  • Situaciones en las que se requiere cambio de pensamientos disfuncionales para mejorar la convivencia.

Este enfoque se adapta tanto a sesiones individuales con enfoque familiar como a encuentros grupales, dependiendo de las necesidades del sistema familiar.

Beneficios de la TCC en contextos familiares

Al formar parte de las terapia familiar técnicas de intervención, la terapia cognitivo-conductual ofrece ventajas como:

  • Claridad en las metas terapéuticas.

  • Resultados medibles y observables.

  • Intervenciones estructuradas y orientadas al cambio.

  • Fortalecimiento de las habilidades prácticas para la vida familiar.

La TCC demuestra que, al cambiar la forma de pensar y actuar, también cambian las emociones y relaciones dentro de la familia. Con apoyo profesional y compromiso, es posible construir vínculos más sanos y funcionales desde lo cotidiano.

Psicólogos Económicos

ONLINE

Terapia Centrada en las Emociones (EFT)

La terapia centrada en las emociones es una de las terapia familiar técnicas de intervención más efectivas cuando el problema central tiene que ver con desconexiones emocionales, heridas afectivas o patrones de comunicación que generan distancia y sufrimiento. Desarrollada originalmente para terapia de pareja, también se aplica con muy buenos resultados en contextos familiares.

Este enfoque parte de la premisa de que las emociones son el núcleo de los vínculos humanos, y que muchos conflictos se originan o se mantienen por la dificultad para expresar, comprender o responder a esas emociones de manera segura.

Objetivos de la EFT en la familia

  • Reconstruir la conexión emocional entre los miembros.

  • Reconocer y validar las emociones vulnerables que subyacen a los conflictos (como el miedo al abandono, la sensación de no ser valorado o la tristeza).

  • Modificar patrones negativos de interacción, como la crítica, la retirada emocional o los malentendidos constantes.

  • Fomentar la expresión emocional segura, creando un entorno donde cada miembro pueda hablar desde su experiencia sin ser juzgado.

Etapas de la intervención centrada en las emociones

Este modelo terapéutico suele desarrollarse en tres fases principales:

  1. Desescalar el conflicto: el terapeuta ayuda a la familia a identificar los patrones negativos de interacción que se repiten, como los ciclos de ataque-defensa o silencio-retirada. Se busca comprender que detrás de estas reacciones hay necesidades emocionales no satisfechas.

  2. Reestructurar los vínculos emocionales: se trabaja para que cada miembro pueda expresar sus emociones primarias (como el miedo, la necesidad de cercanía o la inseguridad), en lugar de quedarse en la superficie del enojo o el reproche.

  3. Consolidar el cambio: una vez que se han logrado nuevas formas de conexión, se fortalecen estos vínculos mediante experiencias emocionales correctivas y la creación de nuevas formas de interacción.

Beneficios de este enfoque emocional

La EFT ha demostrado ser altamente eficaz para reparar vínculos afectivos, mejorar la comunicación y promover un ambiente familiar más empático y acogedor. Es especialmente útil cuando:

  • Hay una sensación de distancia emocional o frialdad entre los miembros.

  • Se han producido heridas emocionales por conflictos no resueltos.

  • Los integrantes tienen dificultades para hablar de lo que sienten sin generar discusiones.

  • Se busca reconstruir la confianza en relaciones deterioradas.

Dentro del conjunto de terapia familiar técnicas de intervención, la EFT ofrece una vía profunda, humana y transformadora para restaurar la cercanía y el entendimiento emocional dentro del sistema familiar.

Terapia Basada en Soluciones

terapia familiar técnicas de intervención

La terapia basada en soluciones es una de las terapia familiar técnicas de intervención que se enfoca en lo que la familia ya hace bien, en lugar de profundizar en los problemas. Este enfoque, también conocido como terapia centrada en soluciones, se orienta al presente y al futuro, con el objetivo de encontrar estrategias concretas y realistas para mejorar la convivencia familiar.

A diferencia de otros modelos más exploratorios, aquí no es necesario entender completamente el origen del problema, sino identificar qué recursos ya tiene la familia para afrontarlo y cómo puede usarlos de manera más efectiva.

Principios clave de este enfoque

  • Centrarse en las soluciones, no en los problemas: se buscan ejemplos de momentos en los que el problema no apareció o fue más manejable.

  • Identificar fortalezas familiares: se valoran las capacidades, logros previos y habilidades que ya existen dentro del sistema familiar.

  • Establecer metas claras y alcanzables: el terapeuta ayuda a definir lo que cada miembro quiere lograr con la terapia, enfocándose en cambios específicos.

  • Promover un cambio positivo en la familia: se motiva a la familia a experimentar nuevas formas de actuar que acerquen a sus objetivos, reforzando lo que sí funciona.

Técnicas utilizadas en la terapia basada en soluciones

Este enfoque usa una serie de herramientas prácticas, como:

  • La pregunta del milagro: “Si mañana al despertar el problema hubiera desaparecido, ¿qué sería diferente?” Esta pregunta ayuda a visualizar metas y comportamientos deseables.

  • Exploración de excepciones: se identifican situaciones en las que el problema no estuvo presente, para descubrir qué hizo la familia diferente en ese momento.

  • Escala de progreso: se pide a los miembros que califiquen su situación actual y visualicen pequeños pasos para avanzar hacia una mejoría.

  • Refuerzo del lenguaje positivo: se fomenta un modo de hablar más orientado a lo posible, lo útil y lo que ya se ha logrado.

Aplicaciones prácticas en el contexto familiar

La terapia basada en soluciones es muy útil cuando:

  • La familia se siente atrapada en una visión negativa o pesimista de su situación.

  • Se necesita una intervención breve y eficaz para resolver conflictos familiares.

  • Los integrantes están dispuestos a colaborar, pero no saben por dónde empezar.

  • Se desea fortalecer la esperanza y la capacidad de cambio en el sistema familiar.

Este enfoque demuestra que no siempre es necesario profundizar en los problemas para generar un cambio real. A veces, cambiar el foco de atención hacia lo que sí funciona es suficiente para desbloquear conflictos y avanzar.

Dentro del conjunto de terapia familiar técnicas de intervención, la terapia basada en soluciones ofrece una alternativa práctica, optimista y centrada en las capacidades de la familia para salir adelante.

Terapia Integrativa

La terapia integrativa es un enfoque dentro de las terapia familiar técnicas de intervención que se caracteriza por su flexibilidad y adaptabilidad. En lugar de seguir un solo modelo teórico (como el estructural o el cognitivo-conductual), el terapeuta combina distintas técnicas y perspectivas para ajustarse a las necesidades únicas de cada familia.

Este modelo parte del principio de que no hay una única forma correcta de intervenir, y que las familias son diversas en su historia, cultura, estructura y formas de relacionarse. Por ello, un enfoque rígido puede ser limitado. La terapia integrativa busca ofrecer un tratamiento personalizado y coherente, tomando lo mejor de cada escuela terapéutica para abordar el conflicto desde múltiples ángulos.

Características de la terapia integrativa

  • Flexibilidad terapéutica: el terapeuta adapta las técnicas según la etapa del proceso, la disposición de la familia y el tipo de problema.

  • Integración de modelos: se pueden combinar estrategias de la terapia sistémica, cognitivo-conductual, emocional, narrativa o transgeneracional, entre otras.

  • Foco en el vínculo terapéutico: se prioriza una relación de confianza, cercanía y respeto con cada integrante de la familia.

  • Abordaje integral del conflicto: se consideran tanto los aspectos conductuales como emocionales, cognitivos y relacionales.

Este enfoque permite al terapeuta actuar como un guía flexible, sensible y eficaz, capaz de ajustarse al ritmo y estilo de cada familia sin perder de vista los objetivos terapéuticos.

Técnicas comúnmente integradas

Algunas de las herramientas que pueden combinarse en una terapia familiar integrativa incluyen:

  • Reestructuración de roles y límites (modelo estructural).

  • Reencuadre positivo y tareas estratégicas (modelo estratégico).

  • Identificación y modificación de creencias disfuncionales (TCC).

  • Trabajo emocional profundo (EFT).

  • Narrativas familiares y resignificación (modelo narrativo).

  • Exploración del legado generacional (modelo transgeneracional).

El terapeuta selecciona estas herramientas según lo que resulte más útil y significativo en cada etapa del proceso.

¿Cuándo es útil este enfoque?

La terapia integrativa es especialmente recomendable cuando:

  • La familia presenta conflictos complejos o multifactoriales.

  • Han probado otros enfoques sin resultados duraderos.

  • Existe resistencia a un modelo tradicional o necesidad de mayor personalización.

  • Se requiere una intervención sensible a la cultura, historia y valores del grupo familiar.

Beneficios de la terapia integrativa

  • Mayor ajuste a la realidad de cada familia.

  • Combina efectividad con sensibilidad emocional y relacional.

  • Permite trabajar desde múltiples niveles (comportamental, emocional, cognitivo, relacional).

  • Favorece un cambio profundo y sostenido en el tiempo.

Al formar parte del conjunto de terapia familiar técnicas de intervención, la terapia integrativa representa una forma versátil, respetuosa y eficaz de acompañar a las familias en su proceso de cambio, adaptándose a su ritmo, historia y necesidades particulares.

Terapia de Bowen o Sistémica Transgeneracional

La terapia de Bowen, también conocida como modelo sistémico transgeneracional, es una de las terapia familiar técnicas de intervención que pone el foco en la historia emocional de la familia a lo largo de varias generaciones. Este enfoque fue desarrollado por el psiquiatra Murray Bowen, quien propuso que muchos de los conflictos actuales tienen su origen en procesos familiares intergeneracionales no resueltos.

A diferencia de los enfoques centrados solo en el presente, la terapia de Bowen busca entender cómo las emociones, roles, patrones de comunicación y formas de vincularse se transmiten de generación en generación, muchas veces de manera inconsciente.

Conceptos centrales de la terapia de Bowen

  • Diferenciación del yo: se refiere a la capacidad de una persona para mantener su identidad emocional sin dejarse arrastrar por las presiones o emociones intensas del sistema familiar. Un bajo nivel de diferenciación puede generar ansiedad, conflictos o dependencia emocional.

  • Triangulación: ocurre cuando dos miembros en conflicto involucran a un tercero (por ejemplo, un hijo entre padres separados) para aliviar la tensión entre ellos. Estas dinámicas pueden estabilizar momentáneamente la relación, pero a largo plazo generan confusión y disfunción.

  • Fusión emocional: es la tendencia de algunos miembros de la familia a perder su individualidad emocional en favor del grupo, lo que puede dificultar la toma de decisiones autónomas o el manejo saludable de los desacuerdos.

  • Lealtades invisibles: se trata de compromisos no expresados que ligan a una persona con miembros del sistema familiar anterior, condicionando su conducta actual por culpa, obligación o miedo a romper el equilibrio familiar.

Herramientas utilizadas en la terapia de Bowen

  • Genograma familiar: herramienta gráfica que permite representar a varias generaciones y visualizar relaciones, patrones repetitivos, rupturas, alianzas y eventos significativos.

  • Entrenamiento en diferenciación: el terapeuta ayuda al paciente o a la familia a reconocer sus emociones, distinguirlas de las de los demás y tomar decisiones más autónomas.

  • Observación sin juicio: se promueve una actitud de curiosidad y análisis hacia la propia historia familiar, sin culpa ni acusación.

  • Psicoeducación familiar: se explica cómo funcionan los sistemas familiares y cómo los patrones heredados influyen en la vida actual.

Aplicaciones de la terapia de Bowen en el contexto familiar

Este enfoque es especialmente útil en familias donde:

  • Existen conflictos prolongados o repetitivos entre generaciones.

  • Se observan patrones que se repiten, como separaciones, problemas de comunicación, ansiedad o rupturas afectivas.

  • Hay dificultad para tomar decisiones individuales sin sentirse en deuda o culpable.

  • Algún miembro desea entender su historia familiar para sanar y generar un cambio consciente en su propia vida.

Beneficios del enfoque transgeneracional de Bowen

  • Promueve autoconocimiento y madurez emocional.

  • Ayuda a comprender el origen profundo de ciertos conflictos.

  • Permite romper ciclos familiares disfuncionales sin cortar vínculos afectivos.

  • Favorece una convivencia más consciente, empática y libre de cargas heredadas.

Dentro de las distintas terapia familiar técnicas de intervención, el modelo de Bowen ofrece una mirada profunda y reveladora, ideal para quienes desean sanar no solo el presente, sino también el legado emocional del pasado familiar.

Terapia Centrada en la Mentalización

La terapia centrada en la mentalización es una de las terapia familiar técnicas de intervención más recientes y valiosas cuando existen dificultades para entender y gestionar las emociones dentro del sistema familiar. Su objetivo es fortalecer la capacidad de los miembros para reflexionar sobre sus propios estados mentales —pensamientos, emociones, intenciones— y los de los demás.

Esta capacidad, conocida como mentalización, es clave para mejorar la convivencia, evitar malentendidos y cultivar relaciones más empáticas. Cuando una familia tiene baja capacidad de mentalización, suele haber reacciones impulsivas, rupturas en la comunicación o dificultades para comprender el comportamiento de otros.

¿Qué significa mentalizar?

Mentalizar es la habilidad de interpretar el comportamiento propio y ajeno en términos de pensamientos, deseos, sentimientos y necesidades. Por ejemplo, un padre que puede decir: “Mi hija está contestando mal porque se siente insegura, no porque quiera desafiarme” está utilizando esta capacidad.

En la terapia familiar, fortalecer la mentalización permite:

  • Reducir los conflictos causados por malas interpretaciones.

  • Fomentar la empatía en la familia, incluso en situaciones de tensión.

  • Mejorar la regulación emocional, al entender qué se siente y por qué.

  • Construir un ambiente donde los miembros se sientan vistos, comprendidos y respetados.

Estrategias terapéuticas utilizadas

El terapeuta guía el proceso con técnicas como:

  • Reflexión guiada: invita a los miembros a detenerse y pensar “¿Qué estaba sintiendo yo?” y “¿Qué podría estar sintiendo el otro?”.

  • Validación emocional: se reconocen los sentimientos del otro como legítimos, aunque no se compartan.

  • Lenguaje mentalizador: se fomenta un estilo de comunicación que incluye frases como “Me pregunto si…”, “¿Podría ser que estés sintiendo…?”, “Yo veo esto de esta manera, ¿tú cómo lo ves?”.

  • Evitar la reacción automática: se trabaja para frenar respuestas impulsivas y responder desde una actitud más reflexiva y consciente.

Cuándo se recomienda este enfoque

La terapia centrada en la mentalización es especialmente útil cuando:

  • Hay problemas persistentes de comunicación o malentendidos frecuentes.

  • Uno o más miembros tienen dificultades para reconocer sus emociones o expresarlas adecuadamente.

  • Existen patrones de reacción emocional intensa, como gritos, silencios prolongados o distanciamiento repentino.

  • La familia ha vivido situaciones traumáticas que afectaron la capacidad de conectar emocionalmente.

Beneficios de fomentar la mentalización en la familia

  • Mejora la comprensión emocional mutua.

  • Disminuye la frecuencia e intensidad de los conflictos.

  • Fomenta un clima familiar más respetuoso, empático y reflexivo.

  • Aumenta la capacidad de resolver problemas desde la colaboración, no desde la confrontación.

Como parte de las terapia familiar técnicas de intervención, la terapia centrada en la mentalización ofrece una herramienta poderosa para fortalecer los lazos afectivos, desarrollar inteligencia emocional y promover un entorno de cuidado mutuo dentro de la familia.

Terapia Humanista en el contexto familiar

La terapia humanista también forma parte del conjunto de terapia familiar técnicas de intervención, especialmente cuando el objetivo es promover un espacio de encuentro genuino, emocionalmente seguro y basado en el respeto profundo hacia cada miembro de la familia. Este enfoque pone en el centro a la persona y su experiencia subjetiva, destacando valores como la empatía, la autenticidad y la aceptación incondicional.

A diferencia de modelos más estructurados o directivos, la terapia humanista en familia no busca “corregir” comportamientos, sino comprender el mundo emocional de cada integrante y favorecer un diálogo honesto y empático.

Principios del enfoque humanista aplicado a la familia

  • Presencia genuina del terapeuta: el profesional se muestra como persona auténtica, no como figura de autoridad.

  • Escucha activa y validación emocional: se reconoce lo que cada miembro siente y necesita, sin juzgar.

  • Respeto por la experiencia individual: no se imponen interpretaciones ni se presionan cambios. Cada uno avanza a su ritmo.

  • Enfoque en el aquí y ahora: se da prioridad a lo que ocurre emocionalmente en la sesión, más que al análisis racional o histórico.

Este enfoque es especialmente útil para familias que han sufrido rupturas emocionales, heridas no expresadas o que tienen dificultades para comunicarse desde el afecto y la comprensión.

Técnicas utilizadas en la terapia humanista

  • Técnica de la silla vacía: se puede utilizar para dar voz a emociones reprimidas o hablar con alguien ausente o con quien se evita el contacto directo.

  • Reflexión emocional en grupo: se invita a cada miembro a compartir lo que siente en el momento, promoviendo una conexión emocional profunda.

  • Promoción del crecimiento personal en familia: se trabaja para que cada integrante se sienta libre de ser quien es, dentro de un marco de respeto mutuo.

  • Terapia centrada en la persona (Carl Rogers): se crea un espacio cálido, empático y seguro para que emerja el cambio desde la autenticidad.

¿Cuándo es recomendable este enfoque?

La terapia humanista es especialmente indicada cuando:

  • Se quiere mejorar la autenticidad en la relación familiar.

  • Hay emociones reprimidas o conflictos que no se han expresado abiertamente.

  • La familia ha vivido experiencias dolorosas que requieren un espacio de validación emocional.

  • Se desea fortalecer el vínculo desde el amor, el respeto y la comprensión.

Beneficios del enfoque humanista en la terapia familiar

  • Fomenta un clima de respeto, escucha y aceptación.

  • Permite expresar emociones que antes estaban ocultas.

  • Fortalece la confianza y la intimidad emocional en la familia.

  • Promueve un crecimiento personal en familia, donde cada miembro puede desarrollarse sin sentirse juzgado o presionado.

Como una de las terapia familiar técnicas de intervención más centradas en la experiencia emocional y el vínculo humano, la terapia humanista ofrece un camino cálido, profundo y transformador para sanar relaciones y redescubrir el valor del encuentro auténtico en el ámbito familiar.

Otras técnicas específicas de intervención utilizadas en Terapia Familiar

Dentro del amplio abanico de terapia familiar técnicas de intervención, existen herramientas concretas que los terapeutas pueden aplicar en momentos específicos del proceso terapéutico para promover el cambio, abrir nuevas perspectivas o interrumpir patrones disfuncionales. Estas técnicas no constituyen modelos completos por sí solas, pero funcionan como recursos poderosos y estratégicos que complementan las intervenciones principales.

Redefinir el síntoma

Esta técnica consiste en proporcionar una lectura distinta del problema, saliendo de la lógica tradicional que lo etiqueta como algo únicamente negativo o patológico. En lugar de ver el síntoma como una falla personal, se lo interpreta como una respuesta adaptativa del sistema familiar o como una señal de que algo en la dinámica general necesita atención.

Por ejemplo, si un hijo tiene comportamientos disruptivos en casa, el terapeuta puede proponer que ese síntoma está expresando algo que no se está diciendo en voz alta: quizás un conflicto no resuelto entre los padres, o una necesidad emocional no reconocida. Al reinterpretar el síntoma desde una visión relacional, se genera una apertura para la comprensión y el cambio.

Esta técnica busca “hackear” la lógica del sistema familiar, poniendo en duda las etiquetas automáticas que mantienen el problema activo. Al cuestionar si lo que se ve como “malo” realmente lo es, se desarma parte del conflicto y se activa la posibilidad de diálogo.

Connotación positiva de un síntoma “negativo”

La connotación positiva es una herramienta típica de la terapia estratégica. Consiste en atribuirle un significado positivo a una conducta que el sistema considera problemática, con el objetivo de reducir la resistencia al cambio y reforzar la cohesión familiar.

Por ejemplo, si una madre es excesivamente controladora, el terapeuta podría decir: “Veo que estás muy comprometida con el bienestar de tu familia, al punto que intentas protegerlos de todo.” Esta reformulación no justifica la conducta, pero la encuadra desde un lugar emocionalmente más empático, lo que favorece la reflexión y la transformación.

Este tipo de intervención rompe con el ciclo de crítica-rebeldía-castigo que muchas veces se instala en las familias, y permite iniciar un nuevo tipo de conversación, menos defensiva y más abierta.

Pregunta del milagro

Proveniente de la terapia centrada en soluciones, esta técnica plantea una pregunta poderosa: “Si esta noche, mientras duermes, ocurre un milagro y tu problema desaparece, ¿cómo te darías cuenta al despertar? ¿Qué sería diferente?”

Aunque pueda parecer simple, esta pregunta obliga a los miembros de la familia a visualizar una realidad sin el problema. En muchos casos, esta visualización permite identificar deseos ocultos, necesidades emocionales no expresadas, o incluso descubrir que el problema ha sido sobredimensionado.

Además, esta técnica tiene un efecto movilizador: si la familia puede imaginar cómo sería vivir sin el problema, es más fácil empezar a dar pasos concretos en esa dirección. También revela resistencias internas: hay familias que, al responder, reconocen que “todo seguiría igual”, lo cual abre un espacio para hablar de miedos, apegos o beneficios ocultos del conflicto.

Preguntas escala

Otra herramienta de la terapia centrada en soluciones. Consiste en pedir a cada miembro de la familia que valore, del 1 al 10, cómo percibe un aspecto específico del problema, como la gravedad del conflicto, el nivel de comunicación o la cercanía afectiva.

Estas escalas permiten cuantificar emociones y percepciones, lo que ayuda tanto al terapeuta como a la familia a tener una referencia clara del punto de partida y del progreso a lo largo de la terapia. También abren conversaciones prácticas: “¿Qué necesitarías para subir del 4 al 5?”, lo que impulsa el cambio a través de pequeñas metas alcanzables.

Preguntas circulares

Típicas de la terapia sistémica, estas preguntas se formulan para promover una visión más compleja y menos lineal de los problemas. Se utilizan para obtener información cruzada entre los miembros y para explorar cómo cada uno percibe la situación del otro.

Por ejemplo, el terapeuta puede preguntar al hijo: “¿Cómo crees que se siente tu madre cuando ustedes discuten?” o al padre: “¿Qué piensas que tu hija espera de ti en esos momentos?”. Este tipo de preguntas ayuda a romper con las narrativas individuales cerradas y a construir una mirada compartida y más empática.

También fomentan la reflexión y la capacidad de ponerse en el lugar del otro, lo que mejora la comunicación y reduce la polarización.

La ilusión de alternativas

Esta técnica consiste en ofrecer dos opciones al paciente o a la familia, que en apariencia son distintas, pero que en la práctica conducen al mismo resultado terapéutico. Su propósito es devolver el sentido de control y elección, sin enfrentarse directamente a la resistencia.

Por ejemplo, se puede plantear: “¿Prefieres hablar con tu hijo por las buenas ahora, o esperar a que la situación escale y tener que intervenir más adelante?”. Ambas opciones llevan a enfrentar el conflicto, pero una lo hace de forma más consciente y colaborativa.

Esta estrategia funciona muy bien en contextos donde hay desconfianza hacia el cambio o resistencia a seguir instrucciones. Al ofrecer alternativas, la familia siente que toma decisiones activamente, lo que aumenta su compromiso.

Ordalía

La ordalía es una técnica estratégica que busca asociar una conducta problemática con una tarea exigente, pero saludable, de modo que el síntoma se vuelva menos deseable o se autorregule por sí mismo.

Un ejemplo clásico: si alguien experimenta ataques de ira, se le puede indicar que, cada vez que sienta que va a explotar, debe correr durante 30 minutos. Esta condición no es un castigo, sino un refuerzo conductual que obliga al paciente a elegir entre el síntoma y una acción que le demanda esfuerzo.

Este tipo de técnica debe aplicarse con cuidado y criterio clínico, ya que requiere evaluar la motivación, la capacidad y la seguridad del paciente. Bien usada, puede ser muy efectiva para cortar conductas impulsivas o repetitivas.

Tarea paradójica

Una de las técnicas más contraculturales y desafiantes. Consiste en pedirle a la familia que mantenga el problema o incluso lo intensifique, con el objetivo de que se vuelva consciente y surja el deseo espontáneo de cambiar.

Por ejemplo, si una pareja se queja de discutir todos los días, el terapeuta podría sugerir: “Esta semana, discutan todos los días a la misma hora, durante 15 minutos, sin falta.” Este enfoque, lejos de fomentar el conflicto, ayuda a visibilizar lo absurdo del patrón y, al sentirse forzado, puede perder fuerza emocional.

Es una técnica que debe usarse con mucha precaución, y solo por terapeutas con formación en enfoques estratégicos, ya que mal aplicada puede aumentar la tensión en lugar de reducirla.

Técnica de la confusión

Esta técnica busca interrumpir patrones rígidos de pensamiento o relación mediante intervenciones que parecen ilógicas o desconcertantes. La intención es provocar una “sacudida” cognitiva que permita salir de la repetición y abrirse a nuevas posibilidades.

Por ejemplo, el terapeuta podría plantear una tarea simbólica, o pedir a la familia que imagine un escenario completamente opuesto al habitual. Esta disrupción permite que afloren nuevas ideas, emociones o dinámicas que estaban bloqueadas.

La técnica de la confusión no es manipulación, sino una forma creativa de romper automatismos mentales y emocionales que impiden avanzar. Cuando se aplica con sensibilidad, puede abrir caminos sorprendentes hacia la reconstrucción de los vínculos.

¿Cómo las Técnicas de Intervención de la Terapia Familiar pueden ayudarte?

El Psicólogo de Familia, es un profesional que de la salud mental, del área de la psicología que interviene en la unidad familiar mediante la psicoterapia familiar sistémica.

Pueden ayudar en casos de:

  • La educación de los hijos
  • Problemas con Adolescentes
  • Problemas de conducta
  • Conflictos Padres e Hijos
  • Crisis Matrimoniales o de Pareja
  • Divorcio y/o Separación
  • Violencia de Género
  • Familias Reconstituidas
  • Adicciones
  • Enfermos Terminales
  • Otros problemas de familia.

En Mindy, tenemos un equipo de psicólogos de familia, que pueden ayudar a tu familia a superar cualquier situación que estén atravesando. Además de dotarles de las herramientas emocionales necesarias para superar la afición familiar, aplicando la terapia familiar sistémica.

Terapia Online

Comparte este post!

Últimas publicaciones de nuestro Blog

Si te sientes abrumado/a por la pandemia, te podemos ayudar. Agenda tu primera sesión a mitad de precio hoy mismo.