El tratamiento nutricional del cáncer de colon se ha diversificado, dado que existen muchos tratamientos nutricionales que pueden ayudarle a combatir el cáncer de colon. Lo más importante es seguir una dieta equilibrada y asegurarse de que su sistema inmunitario funciona correctamente.
Tratamiento Nutricional del Cáncer de Colon | Hablemos 🗣
En este artículo intentaremos responder tus preguntas respecto al tratamiento nutricional para el cáncer de cólon.
¿Sabías que el cáncer de cólon es uno de los más frecuentes en Estados Unidos?
El cáncer de colon es uno de los más frecuentes en Estados Unidos y también es la segunda causa de muerte por cáncer, después del cáncer de pulmón. De hecho, cada año se diagnostica cáncer de colon a más de 100.000 personas en este país y unas 50.000 mueren anualmente por esta causa.
El cáncer de colon es más frecuente en hombres que en mujeres y su incidencia aumenta con la edad: alrededor del 1% de las personas menores de 40 años se ven afectadas por él; a los 60 años esa cifra se eleva al 15%; a los 70 años afecta al 30% de hombres y mujeres respectivamente.
De ahí que el tratamiento nutricional para el cáncer de colon sea tan importante.
Las células cancerosas necesitan oxígeno, pero no pueden obtenerlo a través del torrente sanguíneo
Es posible que haya oído antes el término «anaeróbico», pero ¿qué significa? Un entorno anaeróbico es aquel que presenta niveles bajos o nulos de oxígeno. Las células cancerosas crecen mejor en un entorno así porque no pueden obtener el oxígeno que necesitan a través del torrente sanguíneo. Necesitan mucho oxígeno para crecer; sin él, mueren rápidamente.
Si estás recibiendo quimioterapia, debes tener un tratamiento nutricional del cáncer de colon
Como con cualquier otra enfermedad, es importante mantener una dieta equilibrada durante el tratamiento nutricional del cáncer de cólon.
La clave está en hacer comidas pequeñas con regularidad (cada 2-3 horas) y evitar alimentos ricos en fibra o grasas que pueden provocar náuseas. También hay que evitar los alimentos ricos en azúcares o grasas porque pueden causar problemas digestivos como diarrea y estreñimiento.
Comer alimentos con un índice glucémico bajo (hidratos de carbono) ayudará a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que puede reducir la fatiga causada por los niveles bajos de azúcar en sangre durante los tratamientos de quimioterapia. Comer más frutas, verduras, cereales integrales y legumbres aumentará la cantidad de glutatión disponible para los procesos de desintoxicación dentro de las células.
La falta de oligoelementos puede provocar cáncer
Los oligoelementos son minerales que se encuentran en pequeñas cantidades en el organismo. Son esenciales para mantener una buena salud y algunos oligoelementos son más importantes que otros.
Algunos oligoelementos pueden obtenerse de los alimentos sin ninguna dificultad, mientras que otros deben complementarse. Por ejemplo, el yodo no es difícil de obtener de fuentes alimentarias como el marisco y las algas; sin embargo, el zinc es difícil de obtener sólo a través de la dieta porque se encuentra principalmente en productos cárnicos que muchas personas no consumen de forma habitual (a menos que sean vegetarianas).
Las deficiencias de oligoelementos pueden provocar cáncer porque pueden inhibir la división y el crecimiento normal de las células, lo que significa que si no se obtienen suficientes nutrientes, las células no se dividirán correctamente y podrían volverse cancerosas.
Rectificamos la importancia del tratamiento nutricional para el cáncer de cólon.
¿Cómo es la relación del paciente de cáncer con la comida?
Por lo general, si una persona tiene cáncer es posible que tenga ciertas intolerancias alimentarias que le dificultarán comer cosas como frutas y verduras que contienen antioxidantes. Esto se debe a que la quimioterapia puede provocar intolerancias alimentarias.
Si la radioterapia forma parte de su plan de tratamiento y si la radiación afecta al estómago o al intestino delgado, también podría causar intolerancias alimentarias al dañar la capacidad de estos órganos para absorber los nutrientes de los alimentos que comemos.
Si esto ocurre, hable con su médico sobre otras opciones para aportar suficientes nutrientes a su organismo durante el tratamiento, de modo que efectos secundarios como la debilidad o la fatiga no afecten a su calidad de vida durante la recuperación tras la operación.
En el tratamiento nutricional para el cáncer de colon te darás cuenta de la diferencia cuando se come de forma saludable al tener cáncer a cuando no se hace.
Es importante consumir alimentos con altos niveles de glutatión y selenio, ambos antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres.
- Glutatión. Este antioxidante se encuentra en alimentos como el brócoli, las espinacas y las hojas de mostaza. Protege las células de los daños que pueden provocar cáncer.
- Selenio. Este mineral se encuentra en el marisco, la carne y cereales como el arroz integral o el pan integral (entre otros). Ayuda a producir antioxidantes que combaten los radicales libres que pueden dañar el ADN si no se les pone freno.
Los alimentos ricos en fibra como tratamiento nutricional del cáncer de colon
El tratamiento nutricional del cáncer de colon incluye alimentos ricos en fibra, que ayudan a la digestión y a los movimientos intestinales (lo que facilita la obtención de muestras de heces).
La fibra es un tipo de hidrato de carbono que el organismo no puede digerir. Atraviesa el tubo digestivo sin ser digerida, no sin antes aumentar el volumen de las heces. Esto ayuda a prevenir el estreñimiento y facilita la obtención de muestras de heces cuando es necesario.
Los suplementos nutricionales pueden ser útiles durante la quimioterapia, sobre todo si se tiene poca tolerancia a las frutas y verduras. Sobre todo si se tolera mal la fruta y la verdura. Es importante mantener una dieta equilibrada y comer mucha fruta y verdura.
Consuma alimentos ricos en antioxidantes, como bayas, verduras de hoja verde, frutos secos, semillas y cereales integrales. Asegúrese también de que su dieta incluye alimentos ricos en glutatión (yemas de huevo) o selenio (carne), así como alimentos con fibra (panes integrales).
