Terapeuta Sexual | ¿Cómo saber si lo necesito?

Terapeuta Sexual | ¿Cómo saber si lo necesito?

¿Terapeutas sexuales? Sí, por favor. En el vasto campo de la salud mental, existe una diversidad de terapeutas especializados que ofrecen apoyo y tratamiento para una amplia gama de desafíos emocionales, conductuales y psicológicos. Desde psicólogos clínicos y psiquiatras hasta terapeutas de matrimonio y familia, cada profesional aporta un conjunto único de habilidades y enfoques terapéuticos diseñados para facilitar la sanación y el crecimiento personal. La elección de un terapeuta adecuado es un paso crucial en el camino hacia el bienestar, ya que permite una intervención más enfocada y efectiva en función de las necesidades específicas de cada individuo.

Los terapeutas no solo ayudan a manejar trastornos mentales y resolver conflictos interpersonales, sino que también promueven la autoexploración y el desarrollo personal. Mediante la utilización de técnicas que van desde la terapia cognitivo-conductual hasta la psicoanalítica, estos profesionales brindan un espacio seguro y confidencial para abordar y superar los obstáculos, fomentando un proceso de cura y autoconocimiento.

Terapeuta Sexual | Hablemos de los psicólogos sexuales

El terapeuta sexual aplica la terapia sexual, que es un tipo de psicoterapia. Esta psicoterapia es usada para personas que presentan dificultades en su vida sexual y/o amorosa. La terapia sexual aborda:

  • Disfunciones sexuales
  • Problemas de identidad de género
  • Parafilias (exhibicionismo, voyeurismo, etc.)
  • Orientación sexual, problemas derivados de la orientación sexual.

El proceso terapéutico con un terapeuta sexual puede durar desde meses hasta años.

La terapia de pareja y la terapia sexual trabajan en conjunto constantemente. Esto se debe a que muchos problemas de pareja necesitan intervención de un terapeuta sexual. ¿Por qué? Porque los problemas sexuales son parte de los problemas de pareja.

No es necesario tener problemas sexuales graves para acudir a terapia sexual. Por ejemplo, en la terapia sexual se puede usar para explorar sexualmente más su vida sexual.

Además de estos enfoques, el terapeuta sexual también puede proporcionar educación sexual integral, desmitificando muchos aspectos de la sexualidad que pueden haber sido mal entendidos o estigmatizados. La educación juega un papel crucial en la terapia, ya que el conocimiento preciso sobre la sexualidad puede empoderar a los individuos a tomar decisiones informadas y saludables respecto a su vida sexual.

La intimidad emocional es otro aspecto importante que un terapeuta sexual puede ayudar a desarrollar. Para muchas personas, las dificultades sexuales están profundamente entrelazadas con la intimidad emocional en sus relaciones. Trabajar en construir una conexión emocional más fuerte puede ser un paso vital hacia la mejora de la satisfacción sexual y relacional.

El terapeuta sexual también aborda cuestiones como el bajo deseo sexual, disfunción eréctil, dolor durante el coito y dificultades para alcanzar el orgasmo. Estos problemas pueden surgir por una variedad de razones, incluyendo estrés, problemas de salud, experiencias pasadas negativas, y más. Identificar y tratar las causas subyacentes es esencial para el éxito del tratamiento.

La comunicación sexual es un pilar fundamental en la terapia sexual. Aprender a comunicar deseos, necesidades y límites de manera efectiva es esencial para una vida sexual sana y satisfactoria. Un terapeuta sexual proporciona un espacio seguro y confidencial para que las parejas o individuos exploren y mejoren su comunicación sobre temas sexuales.

Finalmente, la aceptación del propio cuerpo y la autoestima sexual son temas que un terapeuta sexual puede ayudar a mejorar.

¿En qué se basa la terapia sexual en pareja?

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La terapia sexual en pareja se basa en varios principios fundamentales diseñados para abordar y mejorar la vida sexual y la relación de pareja. Este enfoque terapéutico utiliza una combinación de técnicas y estrategias enfocadas en fortalecer la conexión íntima entre los socios. A continuación, se presentan algunos de los pilares sobre los que se sustenta la terapia sexual en pareja:

  1. Comunicación efectiva: Fomentar una comunicación abierta y honesta sobre deseos, expectativas, y preocupaciones sexuales. La terapia ayuda a las parejas a desarrollar habilidades para hablar de sexo de manera constructiva, superando barreras de vergüenza o miedo.

  2. Resolución de conflictos: Abordar y resolver conflictos relacionados con la sexualidad y otros aspectos de la relación que puedan afectar la intimidad. La terapia proporciona herramientas para manejar desacuerdos de manera saludable y constructiva.

  3. Educación sexual: Ofrecer información precisa sobre la sexualidad, funcionamiento sexual, y salud sexual. Desmitificar creencias erróneas y proporcionar conocimiento es crucial para una vida sexual sana.

  4. Mejora de la intimidad emocional: Trabajar en la construcción de una mayor intimidad emocional y conexión, reconociendo que la satisfacción sexual está profundamente ligada a la intimidad emocional en la pareja.

  5. Exploración de deseos y fantasías: Animar a las parejas a explorar y compartir sus deseos, necesidades y fantasías sexuales, fomentando un entorno de aceptación y experimentación mutua.

  6. Gestión de expectativas: Ayudar a las parejas a establecer expectativas realistas sobre su vida sexual, reconociendo que la perfección no es el objetivo y que todas las relaciones requieren esfuerzo y adaptación.

  7. Superación de disfunciones sexuales: Proporcionar estrategias específicas para enfrentar y superar problemas sexuales, como disfunción eréctil, deseo sexual inhibido, dolor durante el coito, entre otros.

  8. Fomento del placer compartido: Enseñar a las parejas a enfocarse en el placer mutuo, buscando actividades sexuales que sean satisfactorias para ambos miembros de la pareja.

  9. Reconocimiento y validación de emociones: Ofrecer un espacio para que ambos miembros de la pareja expresen sus emociones y vulnerabilidades relacionadas con su vida sexual, promoviendo un entendimiento y empatía profundos.

  10. Trabajo en la confianza y seguridad en la relación: Construir un ambiente de confianza y seguridad dentro de la relación, donde ambos socios se sientan valorados y seguros para expresar su sexualidad.

La terapia sexual en pareja es un proceso colaborativo que requiere compromiso y apertura por parte de ambos socios.

¿Qué implica asistir a terapia con un terapeuta sexual?

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Asistir a terapia con un terapeuta sexual implica embarcarse en un proceso terapéutico centrado en abordar y resolver dificultades sexuales, tanto a nivel individual como de pareja. Este camino hacia la mejora de la salud sexual y la satisfacción íntima involucra varios aspectos clave:

  • Hablar sobre los problemas sexuales: Implica una exploración abierta y honesta de las dificultades sexuales que se están experimentando. Esto puede incluir disfunciones sexuales, discrepancias en el deseo sexual, o cualquier otro problema que afecte la vida sexual de la persona o la pareja.

  • Dispuesto a hablar de temas que le puede resultar escabrosos: La terapia sexual requiere una disposición a discutir abiertamente temas que pueden ser incómodos o tabú, como prácticas sexuales específicas, fantasías, y fetiches. La apertura es crucial para identificar y abordar las raíces de los problemas sexuales.

  • Hablar sobre los cambios sexuales naturales del cuerpo: Se abordan las variaciones en la función sexual que pueden ocurrir debido al envejecimiento, condiciones de salud, o cambios hormonales, entre otros. Reconocer y aceptar estos cambios es fundamental para ajustar las expectativas y encontrar satisfacción en la experiencia sexual.

  • Ofrecer ideas y/o sugerencias para mejorar la vida sexual en pareja: La terapia proporciona un espacio para explorar y sugerir nuevas actividades, técnicas o cambios en la dinámica sexual que puedan enriquecer la intimidad y el placer compartido.

Además, asistir a terapia con un terapeuta sexual también implica:

  • Desarrollar una comunicación sexual efectiva: Aprender a comunicar deseos, necesidades, y límites de manera clara y respetuosa es esencial para una vida sexual satisfactoria y saludable.

  • Trabajar en la autoestima y la imagen corporal: Parte del proceso puede incluir abordar y mejorar la percepción que uno tiene de su propio cuerpo y su sexualidad, lo cual es crucial para disfrutar de una vida sexual plena.

  • Educación sexual: Obtener información precisa y basada en evidencia sobre sexualidad, anatomía sexual, y prácticas seguras es un componente importante de la terapia sexual.

  • Explorar la intimidad emocional: Además de los aspectos físicos de la sexualidad, la terapia puede implicar trabajar en la construcción de una mayor intimidad emocional, lo cual es fundamental para la salud de la relación y la satisfacción sexual.

Asistir a terapia con un terapeuta sexual implica un compromiso con el proceso de exploración y mejora de la salud sexual, tanto a nivel individual como de pareja. A través de la comunicación abierta, la educación, y el trabajo terapéutico, es posible abordar eficazmente los problemas sexuales y fomentar una vida sexual más satisfactoria y plena.

¿Por qué las personas acuden con un terapeuta sexual?

¿Por qué las personas acuden con un terapeuta sexual?

A pesar que muchas personas tienen problemas sexuales y lidian con ello a lo largo de toda su vida sin ir a terapia, lo cierto es que es recomendable visitar un terapeuta sexual. Los problemas sexuales pueden causar mucho angustia y mucha ansiedad a quien los padece.

Razones para acudir con un terapeuta sexual

Las personas asisten a terapia sexual por una variedad de razones relacionadas con desafíos en su vida sexual y relacional. La búsqueda de ayuda profesional puede ser motivada por dificultades específicas o el deseo de mejorar la satisfacción sexual general. A continuación, se detallan algunas de las razones principales por las cuales hombres y mujeres pueden optar por asistir a terapia sexual, destacando la importancia y diversidad de las necesidades tratadas:

  • Eyaculación precoz: Hombres que buscan manejar y controlar la eyaculación para prolongar el acto sexual y mejorar la satisfacción tanto propia como de su pareja.

  • Falta de deseo sexual: Individuos que experimentan poco interés en la actividad sexual, lo cual puede afectar su relación de pareja y su bienestar personal.

  • Dificultad para mantener o lograr una erección (disfunción eréctil): Hombres que enfrentan problemas para lograr o mantener una erección suficiente para el coito, lo cual puede impactar negativamente su autoestima y relaciones íntimas.

  • Poco apetito sexual en mujeres: Mujeres que experimentan una disminución del deseo sexual, buscando entender las causas subyacentes y explorar soluciones para reavivar su interés en la sexualidad.

  • Dificultad para alcanzar el orgasmo: Personas, especialmente mujeres, que tienen problemas para alcanzar el clímax durante el sexo, lo cual puede generar frustración y afectar la experiencia sexual global.

  • Dolor durante el sexo: Individuos que experimentan dolor durante la penetración o la actividad sexual, un problema conocido como dispareunia, lo cual puede hacer que el sexo sea una experiencia temida en lugar de placentera.

Además de estas razones específicas, las personas pueden buscar terapia sexual para:

  • Mejorar la comunicación sexual: Desarrollar habilidades para hablar abierta y cómodamente sobre necesidades, deseos y límites sexuales con la pareja.

  • Resolver conflictos relacionales: Trabajar en problemas dentro de la relación que afectan la intimidad y la satisfacción sexual.

  • Explorar la identidad sexual o de género: Personas que buscan apoyo para entender mejor su orientación sexual o identidad de género y cómo esto impacta en su vida sexual y relaciones.

  • Abordar efectos de experiencias sexuales pasadas: Trabajar en cómo experiencias pasadas, como el abuso sexual, afectan la vida sexual actual y el bienestar emocional.

  • Enriquecer la vida sexual: Parejas o individuos que desean explorar nuevas dimensiones de su sexualidad para enriquecer su experiencia y placer sexual.

La terapia sexual ofrece un espacio seguro y confidencial para abordar estas y muchas otras preocupaciones relacionadas con la sexualidad, con el objetivo de promover una vida sexual saludable, satisfactoria y plena.

Tipos de Terapias Sexuales

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Los principales tipos de terapias sexuales ofrecen enfoques variados para tratar las disfunciones sexuales y mejorar la salud sexual de individuos y parejas. Cada tipo se enfoca en aspectos diferentes de la sexualidad, abordando desde problemas específicos hasta la mejora general de la vida sexual. A continuación, se describen los tipos más destacados de terapia sexual:

  1. Terapia Sexual Cognitivo-Conductual (TCC): Utiliza técnicas cognitivas y conductuales para abordar pensamientos y comportamientos negativos relacionados con la sexualidad. Ayuda a cambiar patrones de pensamiento destructivos y a desarrollar habilidades de afrontamiento más saludables.

  2. Terapia Dialéctica Conductual Sexual (TDC Sexual): Adaptación de la TDC para tratar disfunciones sexuales, enfocándose en mejorar la regulación emocional, la tolerancia al estrés y la comunicación en el ámbito de la sexualidad.

  3. Terapia de Pareja enfocada en la Sexualidad: Dirigida a parejas, esta terapia trabaja en mejorar la comunicación sexual, resolver conflictos relacionados con la intimidad y aumentar la satisfacción sexual a través de una mayor conexión emocional y física.

  4. Terapia de Aceptación y Compromiso (TAC) Sexual: Ayuda a los individuos a aceptar sus experiencias sexuales sin juicio, comprometiéndose a cambiar comportamientos que impiden una vida sexual satisfactoria, basándose en sus valores personales.

  5. Terapia Sexual Psicodinámica: Examina cómo las experiencias pasadas, los conflictos inconscientes y la dinámica de la relación afectan la sexualidad actual. Busca resolver estos conflictos para mejorar la función sexual y la satisfacción.

  6. Terapia Sexual Basada en Mindfulness: Enfoca en la conciencia plena durante las experiencias sexuales, promoviendo una mayor conexión con el momento presente, reduciendo la ansiedad y mejorando la satisfacción sexual.

  7. Educación Sexual y Asesoramiento: Proporciona información y orientación sobre aspectos de la sexualidad, funcionamiento sexual, prácticas seguras y salud sexual, destinada a corregir mitos y proporcionar un entendimiento más profundo de la sexualidad saludable.

  8. Terapia Sexual Sistémica: Examina la sexualidad dentro del contexto de la dinámica familiar y social del individuo. Trabaja para identificar y cambiar los patrones sistémicos que contribuyen a las disfunciones sexuales.

  9. Intervenciones Específicas para Disfunciones Sexuales: Incluyen técnicas y ejercicios específicos diseñados para tratar problemas particulares como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, el vaginismo o la anorgasmia.

  10. Terapia Sexual Holística: Combina aspectos de varias terapias para tratar la sexualidad de manera integral, considerando factores físicos, emocionales, mentales y espirituales que influyen en la salud sexual.

Cada uno de estos tipos de terapia sexual ofrece estrategias únicas para abordar las preocupaciones sexuales, y la elección de la terapia más adecuada dependerá de las necesidades específicas del individuo o la pareja. Un enfoque personalizado y la colaboración entre el terapeuta y el cliente son esenciales para lograr resultados efectivos y mejorar la calidad de vida sexual.

Tipos de Terapeutas Sexuales

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Los tipos de terapeutas varían ampliamente, cada uno especializándose en diferentes áreas de la salud mental, problemas emocionales y conductuales, o desafíos específicos de la vida. Estas especializaciones permiten a los terapeutas proporcionar atención y tratamiento más enfocado y efectivo. A continuación, se describen algunos de los principales tipos de terapeutas:

  1. Psicólogos Clínicos: Se especializan en el diagnóstico y tratamiento de trastornos mentales, problemas emocionales y conductuales a través de terapias basadas en la conversación. Tienen formación en una amplia gama de técnicas terapéuticas y teorías psicológicas.

  2. Psiquiatras: Son médicos especializados en la salud mental, capaces de diagnosticar trastornos mentales, prescribir y manejar medicación, y ofrecer terapia. Su enfoque puede ser más médico y biológico en comparación con otros tipos de terapeutas.

  3. Terapeutas de Matrimonio y Familia: Se centran en las relaciones y dinámicas familiares. Ayudan a resolver conflictos dentro del contexto de la pareja o la familia, mejorando la comunicación y fortaleciendo las relaciones.

  4. Consejeros Profesionales Licenciados (CPL): Ofrecen asesoramiento y apoyo a personas que enfrentan desafíos emocionales, psicológicos y de la vida, como el estrés, la ansiedad, la depresión y las transiciones de la vida.

  5. Trabajadores Sociales Clínicos: Proporcionan terapia y también conectan a los individuos con recursos y servicios comunitarios. Se enfocan en el bienestar general del individuo dentro de su entorno social y familiar.

  6. Terapeutas Ocupacionales en Salud Mental: Utilizan actividades y ocupaciones para ayudar a las personas a mejorar su funcionamiento en la vida diaria. Pueden trabajar con personas que tienen discapacidades, lesiones o enfermedades mentales.

  7. Terapeutas Sexuales: Especializados en tratar problemas relacionados con la sexualidad, como disfunciones sexuales, problemas de identidad de género y dificultades en la relación de pareja desde una perspectiva sexual.

  8. Terapeutas de Arte: Utilizan el arte como medio terapéutico para ayudar a las personas a expresar sentimientos y emociones que pueden ser difíciles de verbalizar. Esta forma de terapia puede ser particularmente útil para niños y adultos que experimentan trauma o estrés.

  9. Terapeutas de Juego: Se especializan en trabajar con niños a través del juego para ayudarles a expresar emociones, enfrentar traumas y mejorar su comportamiento y habilidades sociales.

  10. Psicoanalistas: Centrados en explorar el inconsciente, los conflictos internos y cómo las experiencias pasadas afectan el comportamiento y las emociones actuales. Utilizan técnicas como la asociación libre y la interpretación de sueños.

  11. Terapeutas de Conducta Cognitiva (TCC): Especializados en identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos o destructivos para tratar trastornos como la ansiedad y la depresión.

  12. Terapeutas de Aceptación y Compromiso (TAC): Enfocan en aceptar lo que está fuera del control personal y comprometerse a acciones que enriquecen la vida, basándose en valores personales.

La elección del tipo de terapeuta adecuado depende de las necesidades específicas del individuo, sus preferencias personales y los problemas particulares que desean abordar. Cada tipo de terapeuta aporta una perspectiva y metodología únicas, contribuyendo a un espectro amplio de opciones de tratamiento en el campo de la salud mental.

¿Cuánto dura una sesión de terapia con un terapeuta sexual?

Con nuestro sistema de terapia online a bajo costo, la primera sesión con el terapeuta sexual tiene una duración de 1 hora. A partir de entonces se dedique el plan a seguir, y las próximas intervenciones psicológicas con el terapeuta sexual serán de 45 minutos.

Las sesiones son completa y estrictamente de carácter confidencial. En caso de que el problema sexual afecta a la pareja, quizás el terapeuta sexual pueda recomendar terapia de parejas.

En la sesión con el terapeuta sexual, el paciente debe hablar abiertamente sobre lo que le sucede y las razones que lo llevan a terapia sexual.

¿Cuándo acudir a terapia con un terapeuta sexual?

Se debe acudir con el terapeuta sexual con se detectan que las relaciones sexuales son insatisfactorias. En la mayoría de los casos se debe a un problema psicológico relacionado con la sexualidad. Alguna disfunción que causa disconformidad o malestar sexual.

Muchas personas no saben que el terapeuta sexual existe, ni conocen la función real de este profesional de la salud mental, sexual y reproductiva. Además hay muchos mitos en torno a la sexualidad humana, y que afecta de forma directa el acceso a la terapia sexual. Muchas veces por vergüenza la persona no acude a terapia.

  • Hablar de forma sincera y abierta sobre la sexualidad es complicado para muchas personas.

En la terapia sexual es más común que las mujeres soliciten ayudan primero que los hombres, y tienen mayor compromiso en l terapia. Sin embargo, es importante que ambos sexos se involucren para un equilibrio y salud de la sociedad.

En terapia sexual, el terapeuta buscará detectar aquellas cosas que están causando estragos e insatisfacción sexual en la persona. Es importante saber que el terapeuta indagará en la vida sexual de la persona para descubrir posibles afecciones sexuales.

  • El deseo sexual debe motivarse.

Dentro de su rol, el psicólogo sexual procurará facilitar estrategias que hagan que los síntomas se disminuyan o desaparezcan. Además que cada persona explore su sexualidad y su vida sexual de formá más saludable.

Terapeutas Sexuales | Técnicas Psicológicas

Terapeutas Sexuales | Técnicas Psicológicas
  • Focalización sensorial: Esta técnica busca enfatizar las caricias sensuales que no están enfocadas en los genitales. Las caricias en los genitales quedan para una segunda fase de caricias. No hay coito.
  • Placereado: Caricias en los genitales sin coito. Facilita la comunicación sexual.
  • Apretón: Esta técnica psicológica es común para tratar la eyaculación precoz. Consiste en retrasar la eyaculación mediante apretar el pene y el glande.
  • Técnica de parada-arranque de Semans, usada en la eyaculación precoz.
  • Maniobra del puente o Técnica de apuntalamiento: Busca el placer en la mujer a través del clítoris. Combate la anorgasmia coital.
  • Tratamiento de Hulbert y Tratamiento sexual y marital de Zimmer: Utilizado para el bajo deseo sexual en las mujeres.
  • Terapia sexual racional-emotiva: Usan técnicas de restructuración cognitiva. Además de otras técnicas como ataque a la verguenza, comunicación, ejercicios conductuales de riesgo controlado, asertividad, etcétera.

Posibles Causas de las disfunciones sexuales

Las disfunciones sexuales pueden ser el resultado de una amplia gama de factores psicológicos, emocionales, culturales y físicos. Comprender las posibles causas es fundamental para abordar estas dificultades de manera efectiva en la terapia sexual. A continuación, se detallan algunas de las causas más comunes que contribuyen a las disfunciones sexuales:

  • Información sexual inadecuada o ineficiente: La falta de educación sexual adecuada puede llevar a malentendidos y ansiedades sobre el funcionamiento sexual, prácticas seguras y saludables, y el propio cuerpo.

  • Modelos familiares con patrones poco saludables: Crecer en entornos donde se modelan actitudes negativas o disfuncionales hacia la sexualidad puede influir en la percepción y experiencia sexual de una persona.

  • Inseguridad sobre el género: Las dudas o conflictos internos sobre la identidad de género pueden afectar profundamente la autoestima, la imagen corporal y, por ende, la experiencia sexual.

  • Expectativas irreales del sexo: La influencia de los medios, la pornografía y los mitos culturales pueden establecer expectativas poco realistas sobre el desempeño sexual, la apariencia y el placer, llevando a la frustración y la insatisfacción.

  • Expectativas inadecuadas sobre el sexo: Esperar que el sexo siempre sea perfecto, sin esfuerzo o que siga un guion específico puede conducir a decepciones y disfunciones sexuales cuando la realidad no cumple con estas expectativas.

  • Educación moral restrictiva: Una educación que enfatiza mensajes restrictivos o negativos sobre la sexualidad puede resultar en sentimientos de culpa o vergüenza asociados con la expresión sexual.

  • Castigos por la conducta sexual: Experimentar castigos o reprimendas por exploraciones o expresiones sexuales durante la infancia o adolescencia puede llevar a un profundo conflicto interno y ansiedad en torno a la sexualidad.

Además de estas causas, otros factores pueden incluir:

  • Trauma sexual: Experiencias de abuso o asalto sexual pueden tener un impacto profundo en la capacidad de una persona para participar en una experiencia sexual sana y satisfactoria.

  • Problemas de relación: Las tensiones, conflictos no resueltos y la falta de comunicación en una relación pueden afectar negativamente la intimidad y el deseo sexual.

  • Problemas de salud mental: La depresión, la ansiedad y otros trastornos psicológicos pueden influir en el deseo sexual y la capacidad para disfrutar del sexo.

  • Condiciones médicas y efectos secundarios de medicamentos: Ciertas condiciones de salud y medicaciones pueden tener un impacto directo en la función sexual.

Entender las causas subyacentes de las disfunciones sexuales es un paso crucial en el proceso de terapia sexual, permitiendo al terapeuta y al paciente trabajar juntos hacia soluciones efectivas y personalizadas para superar estas dificultades y promover una vida sexual saludable y satisfactoria.

Otros factores que incrementan las disfunciones sexuales

Además de las causas previamente mencionadas, existen otros factores que pueden incrementar la probabilidad de experimentar disfunciones sexuales. Estos factores adicionales profundizan la comprensión de cómo diversas áreas de la vida de una persona pueden influir en su salud sexual. A continuación, se detalla cómo estos elementos pueden contribuir a las disfunciones sexuales:

  • Problemas en la relación de pareja: Los conflictos, la falta de comunicación y la insatisfacción en la relación pueden disminuir el deseo sexual y afectar la función sexual.

  • Experiencias inadecuadas o desagradables en el tema sexual: Experiencias sexuales negativas, incluyendo el sexo insatisfactorio o traumático, pueden generar ansiedad y evitar que se disfrute de futuras experiencias sexuales.

  • Poca adaptabilidad a los cambios sexuales: Dificultades para ajustarse a los cambios naturales en la sexualidad que ocurren con la edad, la salud o las circunstancias de vida pueden contribuir a las disfunciones sexuales.

  • Disfunción sexual en uno de los miembros de la pareja: La presencia de una disfunción sexual en uno de los socios puede afectar la dinámica sexual de la pareja y aumentar la tensión sexual y emocional.

  • Problemas personales, laborales, y familiares: El estrés y las preocupaciones derivadas de aspectos personales, laborales o familiares pueden disminuir el interés y la capacidad para el disfrute sexual.

  • Condicionantes psico-biológicos: Factores biológicos, como desequilibrios hormonales, enfermedades crónicas o efectos secundarios de medicamentos, pueden influir directamente en la función sexual.

  • Trastornos psicológicos y/o trastornos de la personalidad: La depresión, la ansiedad, los trastornos de la personalidad y otros problemas de salud mental pueden tener un impacto significativo en la sexualidad.

  • Pasada relación fallida: Las secuelas emocionales de relaciones anteriores problemáticas o abusivas pueden influir negativamente en la capacidad para establecer una conexión sexual saludable en relaciones futuras.

  • Adicciones sexuales: El comportamiento sexual compulsivo o las adicciones pueden distorsionar la percepción de la sexualidad saludable y afectar las relaciones íntimas.

Los motivos por los cuales permanece la disfunción sexual a menudo se relacionan con la persistencia de factores subyacentes no resueltos, tales como:

  • Información sexual inadecuada: La falta de educación sexual adecuada y continua puede perpetuar mitos y malentendidos sobre la sexualidad, impidiendo que las personas busquen soluciones efectivas.

  • Sentimientos de culpa por la disfunción y baja autoestima: La vergüenza y la culpa asociadas con la disfunción sexual pueden crear un ciclo de ansiedad y evitación que dificulta la resolución del problema.

  • Problemas de relación de pareja: Las dificultades no resueltas dentro de la relación pueden seguir afectando la conexión y satisfacción sexual de la pareja.

  • Pesimismo en el ámbito sexual: Una actitud negativa hacia la sexualidad o la expectativa de fracaso pueden impedir el progreso y la mejora en el tratamiento de la disfunción sexual.

Abordar estas disfunciones sexuales requiere una comprensión holística de las influencias psicológicas, emocionales, físicas y relacionales. La terapia sexual ofrece un espacio para explorar y tratar estos factores, proporcionando a individuos y parejas las herramientas necesarias para superar las dificultades sexuales y mejorar su bienestar y satisfacción sexual.

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