No puedo perdonar: ¿Cómo afecta eso mi salud mental?

No puedo perdonar: ¿Cómo afecta eso mi salud mental?

NO PUEDO PERDONAR, en mayúscula y negrita, pues es una decisión firme que has tomado y de la cual no piensas retroceder. De alguna manera, sientes que el daño que te hicieron, la traición de la cual fuiste víctima, o la ofensa causada, aún te duele. O, quizás, ya no te duele tanto, pero aún así no quieres perdonar. Si has tomado esa decisión, y te enfrascas en que «yo no puedo perdonar», es respetable… no te juzgamos por ello. 

Sin embargo, ¿has pensando en lo que dice la psicología al respecto? Si tu respuesta es no, te invito a que lo descubramos juntos. En caso contrario, quédate hasta el final. Es bueno que entiendas todo de este proceso de no poder perdonar.

Vamos a empezar conversando sobre el perdón, pero antes quiero recordarte que si no puedes perdonar, y esto es un problema para ti, comunícate con nosotros. Tenemos muchos psicólogos en línea, podemos ayudarte.

¿Qué es perdonar?

¿Qué es perdonar?

Esto es un confuso, fíjate: el perdón puede variar de significado y hasta de concepto persona a persona. A veces hasta es influenciado por el ambiente, por una cultura, o una religión. Así que una definición concreta, no creo que se te pueda dar. Lo que sí es cierto, que la base es la misma en todas partes, y es dejar atrás el rencor y los deseos de venganza.

Como ves, en efecto, el perdón trae alivio para ambos partes, porque evita que sigas gastando energías en cosas negativas. Esto no quiere decir que olvidarás quién te dijo aquello con lo cual te ofendió, no, para nada. Tampoco borrará el hecho de tu vida. ¿Qué beneficio tiene entonces perdonar?, pues le quitará poder a ese evento sobre tu vida. Te dará la libertad que habías perdido.

¡Ah! Ya sé… no puedes perdonar porque no quieres ser amigo de esa persona. En ese caso quiero que sepas que perdonar no significar una reconciliación, tampoco es una excusa para lo que sucedió. Incluso, puedes perdonar sin que la otra persona se entere. Tú también puedes perdonar en silencio.

Perdonar, también es un proceso interno.

¿Quieres ser feliz por un instante? – Véngate.

¿Quieres ser feliz toda la vida? – Perdona.

Quiero hablarte un poco del rencor…

Conoce primero esta parte técnica, que sería una definición de un diccionario. La RAE para ser más específico: «El rencor es un resentimiento arraigado y tenaz». Ahora voy con la parte que te importa, la opinión de la psicología.

¿Estás listo/a?

Piscología y rencor

Piscología y rencor

El rencor es un sentimiento que se te puede presentar cuando te sientas herida/o por otra persona. Una de las características principales que tiene es que muestra un resentimiento férreo que se niega a desaparecer. Si has experimentado el rencor, entonces ya sabes que su presencia no se va tan fácil, incluso aunque pongas de tu parte. Y, en algunos casos, aunque ya hayas perdonado.

Sin embargo, esto no es malo. Con muchísima más razón debes perdonar, porque esa será la puerta que se abrirá para empezar a sanar.

Imagínate una bañera gigante llena de agua hasta arriba. De pronto, le quitas el tapón y el agua empieza a descender. Así sucede con el rencor cuando decides dejar algunas cosas atrás. Se va, el proceso puede ser lento, pero seguro.

Mientras tengas rencor, ese sentimiento te impedirá relacionarte con las personas. A veces a quien tienes que perdonar es a alguien en el trabajo, o en la familia, o alguien que tienes que ver todos los días. ¿Te imaginas guardarle rencor a tu compañero de trabajo que está a tu lado? Sí, ese mismo… el que tienes que ver todos los días. Es bueno a veces, hacer ciertos esfuerzos para aprender a vivir en paz, para no perder la salud mental, como echarle amor al rencor.

Si necesitas ayuda para sanar, recuerda que en Mindy estamos para escucharte.

¿Por qué siento rencor?

Cuando sientes rencor, sientes dolor. Y, de alguna manera, también tienes ganas de devolver el daño que te han causado. Cuando sientes rencor, puedes desarrollar deseos de venganza, y esperar el momento oportuno para ello. A muchos le parece bonito conseguir la venganza, pero debes estar al tanto, ya que la energía que consumistes odiando no vale el esfuerzo.

Ese rencor que has sentido, o sientes, es una emoción que aún no has logrado resolver.

Nosotros te invitamos a sanar.

¿Y la ira?

Claro, nos olvidábamos de ella. Esta suele venir tomada de la mano del rencor.

Es tan complicado controlarla, y disimularla, que es mejor esforzarse en perdonar y salir de esa situación emocional que está afectando tu salud mental. Vivirás el día a día con ganas golpear, romper, etc… pero sabes que no puedes hacerlo porque debes seguir tu vida. Ir al trabajo, visitar amigos, en fin… ser quien eres. Pero, el problema es que tienes rencor, y también ira, ¿Qué sucede entonces? No tienes más opción que disimularla ante los demás.

Imagínate tener que mostrarte todo el día en calma, cuando eres un huracán por dentro. ¿No es divertido, verdad?

Según la psicología, lidiamos con la ira en el día a día para disimularla de tres maneras:

  • Negarla.
  • Expresarla de muchas maneras mientras disimulamos que no estamos ofendidos o dolidos.
  • O perdonar. (esta, es la mejor opción)

Qué NO es el perdón

Qué NO es el perdón

  • Reconciliación: Aunque esta pueda venir después del perdón. No siempre se da, a veces incluso ambas partes entienden que no es necesaria.
  • Olvidar el pasado: El perdón no implica olvidar. El olvido es un proceso natural que se irá dando conforme pase el tiempo. Muchas personas tienen la percepción de que perdonar es olvidar, y no funciona así… la mente, y el olvido, trabajan juntas. Y, no sabemos como lo hacen, lo que sí podemos deducir, es que el tiempo es su aliado. Para olvidar, necesitas tiempo.
  • Justificación de la ofensa: El perdón no justifica ni minimiza la ofensa.
  • Levantar la pena al ofensor: Si la pena es distancia, y entiendes que seguir en distancia es lo mejor, pues hazlo. Perdonar, no significa levantar la pena al ofensor.

Cuando perdones, dejarás de buscar que se haga justicia, al menos, no la justicia de venganza que buscar. Si tu caso, necesita justicia legal, eso es distinto.

Perdonar, te hará libre.

Hablemos de perdonar…

Hablemos de perdonar...

A este punto del artículo, estoy seguro que tienes bien claro que perdonar, es un favor que te haces a ti mismo, a tu salud mental. No tiene nada que ver con la otra persona, es un proceso interno, tuyo, muy propio. Un regalo que te liberará de una gran carga emocional.

La ira, la rabia, el resentimiento, esa sed de venganza que tanto te ata emocionalmente, todo eso se irá con el perdón.

¿Hay un sólo tipo de perdón?

Hasta ahora, podemos decir que hay tres:

  • Episódico: relacionado con una ofensa particular dentro de una situación concreta.
  • Diádico: la propensión de perdonar dentro de una relación, como puede ser una pareja o una familia.
  • Disposicional: rasgo de la personalidad de una persona, su disposición a perdonar a medida que pasa el tiempo y a través de diferentes situaciones.

Formas de percibirlo

Acuérdate que el perdón, tiene también una percepción personal. Así que hasta cierto punto, esto puede variar persona a personar.

La más conocida de todas es la que percibe el perdón como vital para curar heridas emocionales, resultando sus múltiples beneficios para la salud. Como cuando alguien te produce estrés, o una situación incómoda.

La segunda postura dice que en ocasiones, no perdonar es bueno en casos de abusos o maltratos. En estos casos, cuando se busca la justicia, se recomienda hacerlo por las vías legales. No intentar hacer justicia por tu cuenta.

La tercera postura se pone en un nivel intermedio, donde evalúa cada contexto por separado.

Lo importante aquí es que debes saber que perdonar siempre te libera. Y, acordarte que perdonar no exime de responsabilidad a la otra persona, ni levanta la pena impuesta.

Características de los involucrados

¿Hay un sólo tipo de perdón?

  • El que perdona: Las personas que están dispuestas a hacerlo, puede controlar más sus emociones. Caso contrario sucede cuando por el hecho ocurrido alguien tiene depresión, o ansiedad.
  • Ofensa: Mientras sea más grande, será más difícil que podamos perdonar.
  • Ofensor: Si pide disculpas, y reconoce los hechos, será más fácil resolver las cosas.

¿Estás lista/o?

¿Cómo que para qué?

Si sientes que que estás estancado en el odio, el rencor, la desesperación, y necesitas ayudar para alcanzar el perdón. Comunícate con nosotros. En Mindy, tenemos un equipo de profesionales de la salud mental, trabajamos con todas las edades y todos los tipos de terapia.

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