¡Agenda una sesión con Bono Fonasa a solo $11.260!

Cómo salir de la depre y volver a sentirte tú

Cómo salir de la depre es algo que muchos jóvenes se preguntan en silencio, especialmente cuando todo se siente pesado, lento o sin sentido. Si llevas días desconectado, sin ganas de hacer nada, y sintiendo que el mundo te pasa por encima, este texto es para ti.

La tristeza profunda no siempre tiene una razón clara, pero sí tiene una salida. Aquí no vamos a darte un discurso vacío ni consejos imposibles. Vamos a hablarte claro, con pasos reales y cosas sencillas que puedes empezar hoy mismo. Porque sí: se puede salir de esta. Y no estás solo.

Esto no es magia, pero es un comienzo. Y si estás leyendo esto, ya diste el primer paso.

¿Cómo salir de la depre cuando todo se siente pesado?

Salir de la depre no es cuestión de “ponerle ganas” ni de repetir frases motivacionales sin sentido. Es un proceso que empieza por reconocer cómo te sientes, aceptar que algo no anda bien y decidir moverte —aunque sea un poco— hacia algo mejor. No necesitas tener todo resuelto. Solo necesitas dar el primer paso.

En los siguientes puntos te comparto acciones simples, reales y posibles que te pueden ayudar a salir de ese estado. No son soluciones mágicas, pero pueden abrir una grieta de luz. Y a veces, eso es todo lo que hace falta para empezar.

Muévete, incluso si no tienes ganas

Cuando te preguntas cómo salir de la depre, el cuerpo es un buen lugar para empezar. El movimiento activa zonas del cerebro que están dormidas cuando estás triste. No necesitas hacer ejercicio intenso ni convertirte en atleta: basta con caminar 15 minutos, subir escaleras, bailar en tu cuarto o estirarte al ritmo de tu música favorita.

El truco está en empezar pequeño. No esperes a tener ganas: las ganas llegan después de moverte. Tu cuerpo no necesita energía para arrancar, necesita impulso. Y cada paso cuenta, aunque sea lento.

¿Por qué funciona?

  • Libera endorfinas (las hormonas que te hacen sentir bien)

  • Rompe el ciclo de inactividad que te atrapa

  • Mejora el sueño y la concentración

  • Te conecta contigo, sin juzgarte

Empieza con un solo movimiento. Ponte una canción que te guste, levántate de la cama, da una vuelta por tu casa. No es un reto olímpico. Es un rescate lento, pero tuyo.

Cambia tu espacio, cambia tu energía

Cuando te preguntas cómo salir de la depre, a veces no hace falta hacer algo grande. Basta con mover algo a tu alrededor. Tu entorno influye más de lo que crees en tu estado de ánimo. Y sí, tu habitación, tu escritorio o hasta la forma en la que dejas tu cama pueden afectar cómo te sientes por dentro.

No tienes que hacer una limpieza profunda. Solo abre la ventana, mueve un par de cosas de lugar, cambia las sábanas o apaga las luces blancas por unas más suaves. Incluso prender una vela o poner una playlist tranquila puede ayudarte a crear un ambiente más amable para ti.

¿Qué logra esto?

  • Le da una señal al cerebro de que algo está cambiando

  • Rompe la rutina visual del “todo está igual, todo sigue mal”

  • Te da una sensación de control, aunque sea mínima

Tu cuarto es tu refugio, no tu prisión. Si lo haces sentir más tuyo, te vas a sentir un poquito más tú también. Cambiar el espacio, aunque sea poco, es moverte sin salir. Y eso también cuenta.

Habla, aunque no sepas qué decir

Una de las trampas más comunes cuando te preguntas cómo salir de la depre es creer que tienes que resolverlo solo. Pero no funciona así. Hablar con alguien, aunque no tengas claro qué decir, puede aliviar más de lo que imaginas.

No necesitas tener un discurso armado. Basta con decir “no me estoy sintiendo bien” o “me está costando”. Puede ser con un amigo, tu mamá, un profe que te escuche, un terapeuta o hasta una línea de ayuda. Lo importante es sacar eso que pesa, aunque no tenga forma todavía.

¿Qué pasa cuando hablas?

  • Tu mente se alivia, aunque sea un poco

  • Te das cuenta de que no estás tan solo como pensabas

  • Puedes recibir apoyo que no sabías que estaba disponible

Guardarse todo es como llevar una mochila invisible que cada día pesa más. No tienes que contarle todo a todo el mundo, pero sí puedes elegir a alguien. Porque decir “me siento raro” ya es una forma de empezar a salir. Y muchas veces, esa puerta solo se abre cuando usas tu voz.

Haz cosas pequeñas que antes disfrutabas (aunque no te den placer aún)

Uno de los efectos más molestos de estar mal emocionalmente es sentir que nada te interesa. Las cosas que antes te hacían reír o sentirte bien ahora te dan igual. Pero aquí va una verdad que cuesta aceptar: el interés vuelve cuando empiezas, no antes.

No necesitas querer hacerlo. Solo hazlo. Mira esa serie que te gustaba, dibuja aunque te salga mal, sal al sol, juega a algo tonto en el celular, escucha la canción que antes te ponía de buenas. Aunque no sientas nada al principio.

¿Por qué hacerlo igual?

  • Tu cerebro necesita recordatorios de placer

  • Las emociones se reactivan con la repetición, no con la motivación

  • Tu rutina emocional se rompe poco a poco, no de golpe

A veces salir de la depre es como encender una fogata mojada: cuesta, pero si insistes con pequeñas chispas, en algún momento prende. Tú enfócate en las chispas. El fuego llegará.

No te castigues por no estar bien

Una parte silenciosa pero fuerte de estar mal es sentir culpa por estar mal. Como si no tuvieras derecho a sentirte así, como si decepcionaras a los demás, o como si “deberías” estar agradecido y feliz por cosas que, aunque tengas, no te están ayudando a salir de la depre.

Pero no hay forma correcta de sentirse. Lo que sientes es válido, aunque no se entienda, aunque no lo puedas explicar. Estás luchando una batalla que otros no ven. Y eso ya es bastante.

Recuérdalo cada vez que te critiques por sentirte mal:

  • Estar mal no te hace débil

  • No tienes que justificar tu tristeza con grandes razones

  • No necesitas estar “peor” para merecer ayuda

  • No eres una carga por sentir lo que sientes

Trátate como tratarías a tu mejor amigo si estuviera pasando por esto: con paciencia, con ternura, sin exigencias absurdas. Porque si hay algo que realmente ayuda cuando buscas cómo salir de la depre, es dejar de pelear contigo mismo. No te cures odiándote. Hazlo acompañándote.

Crea una rutina suave, sin presionarte

Cuando estás metido en la depre, los días pueden parecer todos iguales, borrosos, sin principio ni final. Una forma efectiva de empezar a salir es marcar pequeños ritmos, aunque sean mínimos. No necesitas un horario militar. Solo una rutina suave que te recuerde que el tiempo sigue y tú también.

Empieza por cosas simples:

  • Levántate más o menos a la misma hora

  • Báñate aunque no salgas

  • Come algo nutritivo, aunque sea poco

  • Dedica 10 minutos a una actividad que no sea pantalla

¿Por qué funciona esto?

  • Le da estructura al caos mental

  • Reduce la sensación de estar flotando sin sentido

  • Reinstala hábitos que te ayudan a estabilizar el ánimo

  • Te da micro metas que podés cumplir sin agotarte

No lo hagas por obligación, hacelo por sostén. La rutina no es una cárcel si la construís con flexibilidad. Es como poner un caminito de piedras donde antes solo había barro. Poco a poco, ese camino te va sacando del pantano.

Y si un día no lo lográs, no importa. Al otro día, lo volvés a intentar. Así es como se sale de la depre: paso por paso, y sin odiarte en el intento.

Conclusión: No estás roto, estás en pausa

Cuando te preguntas cómo salir de la depre, a veces lo que más necesitas no es una solución perfecta, sino una razón para no rendirte hoy. La tristeza que estás sintiendo no es el fin de ti, ni te define, ni te deja dañado para siempre. Es una etapa, una pausa emocional, un aviso del cuerpo y la mente de que algo necesita atención.

No necesitas tenerlo todo claro para empezar a mejorar. Solo basta con moverte un poquito, hablar un poquito, cuidarte un poquito. Porque en lo pequeño empieza lo grande. Y si hoy no pudiste con todo, pero lograste levantarte, ya hiciste mucho más de lo que crees.

Y si aún no diste ningún paso, no importa. Ahora mismo estás leyendo esto. Eso también cuenta. Eso también es un comienzo.

Salir de la depre no es un camino recto, pero es un camino posible. Paso lento, paso firme, paso tuyo.

Comparte este post!

Últimas publicaciones de nuestro Blog

Si te sientes abrumado/a por la pandemia, te podemos ayudar. Agenda tu primera sesión a mitad de precio hoy mismo.