Si llevas tiempo preguntándote me siento deprimida, ¿qué puedo hacer?, es muy probable que estés atravesando un cuadro que necesita atención y cuidado. Esta no es una señal de debilidad, sino de que tu cuerpo y tu mente están pidiendo ayuda.
Sentirte desconectada, sin energía o emocionalmente agotada puede ser mucho más que una mala semana.
Muchas mujeres viven con síntomas de depresión sin darse cuenta. La exigencia de “estar bien para todos”, el cuidado constante de otros y la presión social para mantenerse fuertes hace que se minimicen o escondan las señales de malestar. Pero tú también mereces cuidarte, escucharte y priorizar tu salud mental.
¿Cómo saber si lo que sientes es depresión?
Es normal sentir tristeza o cansancio en ciertos momentos, pero cuando estas emociones se prolongan durante semanas y afectan tu vida diaria, es momento de mirar más a fondo.
Tristeza persistente sin causa aparente:
Te sientes triste o desmotivada casi todos los días, incluso cuando “no hay motivos”. Todo te cuesta más, y parece que ya nada te emociona.
Falta de energía y agotamiento emocional:
Sientes que no puedes con el día, aunque hayas dormido bien. Cualquier tarea —preparar comida, contestar mensajes, salir de la cama— se vuelve un esfuerzo enorme.
Pérdida de interés en lo que antes disfrutabas:
Ya no te interesa salir, ver a tus amigas, leer o ver tus series favoritas. Sientes que estás “en automático” o desconectada de todo.
Llanto frecuente o dificultad para llorar:
Algunas mujeres lloran con facilidad por cualquier cosa; otras, en cambio, sienten un nudo interno que no pueden soltar, aunque se sientan mal.
Cambios en el apetito y el sueño:
Puedes estar durmiendo mucho más o padeciendo insomnio. También puedes perder el apetito o comer en exceso para llenar un vacío emocional.
Sensación de culpa, inutilidad o pensamientos negativos constantes:
Sientes que estás fallando como madre, hija, pareja o profesional. Te juzgas con dureza y crees que no estás haciendo nada bien, aunque en realidad haces mucho más de lo que parece.
Si te identificas con varios de estos síntomas, no los minimices. Preguntarte me siento deprimida, ¿qué puedo hacer? es un acto de valentía que merece una respuesta clara y compasiva.
Me siento deprimida, ¿qué puedo hacer? Primeros pasos para cuidarte de verdad
Reconocer que algo no anda bien ya es un gran paso. Ahora es momento de actuar, incluso si te sientes sin fuerzas. No necesitas resolverlo todo hoy: basta con dar un pequeño paso a la vez. Aquí te dejo algunas acciones concretas que puedes tomar desde hoy mismo.
1. Habla con alguien en quien confíes:
Puede ser una amiga, tu mamá, tu hermana o incluso una colega cercana. Expresar lo que sientes en voz alta, sin tener que fingir que estás bien, puede darte alivio inmediato. No tienes que tener todo claro para poder hablar.
2. Escríbelo aunque no sepas por dónde empezar:
Llevar un cuaderno donde anotes tus pensamientos, emociones o simplemente cómo fue tu día puede ayudarte a ordenar tu mente y empezar a entender lo que estás viviendo.
3. Haz una consulta con un psicólogo o psicóloga:
La depresión no se va sola. Un profesional puede ayudarte a identificar lo que te está ocurriendo y a construir un plan para sentirte mejor. No tienes que esperar a estar “peor” para pedir ayuda. Hoy ya es suficiente motivo.
4. No te exijas sentirte bien de inmediato:
Es común que como mujer te sientas presionada a seguir funcionando, a seguir cuidando de los demás, incluso cuando estás rota por dentro. Date permiso para no poder con todo. Priorizar tu salud mental no es egoísmo, es autocuidado.
5. Cuida lo básico (aunque parezca poco):
Levántate, dúchate, come algo nutritivo, sal a caminar 10 minutos si puedes. Estas acciones mínimas pueden ayudarte a reconectar contigo misma. No se trata de “arreglarlo todo” sino de sostenerte hasta que el alivio llegue.
6. Evita compararte con otras mujeres:
Cada historia es distinta. Tal vez otras parecen estar “bien” pero tú no sabes lo que viven en silencio. Compararte solo aumentará tu malestar. Enfócate en tu propio proceso, a tu ritmo.
7. Si eres madre, no te culpes por no sentirte al 100%:
La maternidad muchas veces intensifica los síntomas de la depresión por el agotamiento físico, la falta de sueño y la carga emocional. No eres una mala madre por sentirte así. Eres una mujer humana que también necesita cuidado.
Sentirte deprimida no te hace menos capaz, menos valiosa ni menos fuerte. Es una señal de que algo necesita atención urgente, y lo mejor que puedes hacer por ti (y por los que amas) es escucharte de verdad.
¿Qué tratamientos existen si me siento deprimida?
Buscar ayuda profesional no significa que estés “loca” o que no puedas con tu vida. Al contrario: es una decisión inteligente y valiente. Si te estás preguntando me siento deprimida, ¿qué puedo hacer?, saber que existen tratamientos eficaces puede darte esperanza real.
Psicoterapia: tu espacio seguro para sanar
La terapia psicológica es el tratamiento más recomendado para la depresión. Un psicólogo o psicóloga puede ayudarte a comprender lo que estás viviendo, a identificar las raíces del malestar y a construir herramientas para sentirte mejor.
Existen distintos enfoques, pero todos se centran en acompañarte con respeto y sin juicio:
-
Terapia cognitivo-conductual: Te ayuda a detectar los pensamientos negativos que alimentan tu depresión y a cambiarlos por otros más funcionales.
-
Terapia centrada en emociones: Te permite procesar experiencias pasadas y expresar lo que has guardado por mucho tiempo.
-
Terapia sistémica: Es útil si los conflictos familiares o de pareja están afectando tu estado emocional.
-
Terapia feminista o con enfoque de género: Acompaña a mujeres considerando el impacto del machismo, la sobrecarga y los mandatos culturales en tu salud mental.
Tener un espacio donde puedas hablar libremente, llorar sin sentirte débil, y ser escuchada de verdad es, muchas veces, el comienzo de tu recuperación.
Medicación: cuándo es necesaria
En algunos casos, especialmente si la depresión es moderada o severa, el psicólogo puede derivarte a un psiquiatra. Este profesional puede recetarte antidepresivos, que regulan los químicos cerebrales que afectan el estado de ánimo.
Los medicamentos no son adictivos ni te “anulan” emocionalmente. Bien indicados, pueden ayudarte a salir del pozo cuando no logras hacerlo por tus propios medios. No reemplazan la terapia, pero muchas veces son un complemento necesario.
Otras prácticas que pueden ayudarte a sentirte mejor
1. Actividad física regular:
Mover tu cuerpo libera endorfinas y ayuda a disminuir la tensión. No hace falta que vayas al gimnasio: caminar, bailar en casa o estirarte 10 minutos puede marcar la diferencia.
2. Cuidar tu alimentación:
Evita el exceso de azúcar, cafeína y ultraprocesados. Opta por comidas que te den energía real: frutas, legumbres, cereales integrales, proteínas.
3. Evita el aislamiento:
Cuando te sientes mal, lo primero que haces es alejarte. Pero hablar con alguien o estar en compañía (aunque sea en silencio) puede darte un alivio enorme.
4. Prácticas de calma mental:
La respiración consciente, la meditación guiada o simplemente sentarte cinco minutos a observar cómo te sientes, sin juzgarte, pueden ayudarte a estar más presente y menos abrumada.
5. Ser amable contigo misma:
Hablarte con dureza, culparte o exigirte sentirte bien solo agrava tu estado. Practica el autocuidado como lo harías con una amiga: con ternura, paciencia y compasión.
La depresión no desaparece de un día para otro, pero con apoyo adecuado y compromiso contigo misma, sí puedes salir adelante.
¿Cómo evitar recaer si ya estuve deprimida?
La depresión no es solo algo que se “supera” y desaparece. Muchas mujeres que han salido adelante deben aprender a cuidar su salud emocional de forma continua. Si hoy te estás preguntando me siento deprimida, qué puedo hacer, saber cómo prevenir recaídas también es parte de tu recuperación.
Reconoce tus señales de alarma personales:
Cada mujer tiene indicadores que anuncian que algo no va bien: agotamiento extremo, aislamiento, irritabilidad, insomnio, etc. Aprende a identificarlos y no los ignores.
No dejes tu terapia de golpe:
Cuando te empieces a sentir mejor, es tentador dejar las sesiones. Pero el proceso terapéutico necesita una etapa de seguimiento y consolidación. Habla con tu psicóloga antes de suspenderlo.
Rodéate de vínculos que te nutran, no que te drenen:
Aprende a decir que no. Cuidar tu bienestar implica también protegerte de personas que te hacen sentir menos, que te invalidan o que siempre te exigen sin dar.
Haz espacio para ti misma cada semana:
Aunque tengas hijos, pareja o un trabajo demandante, reserva al menos un momento solo para ti. Puede ser un paseo sola, un baño largo, leer o escribir. Eres más que tus roles.
Acepta que no siempre vas a sentirte bien, y eso también está bien:
El objetivo no es estar feliz todos los días, sino poder sostenerte con cuidado incluso en los días difíciles. La compasión hacia ti misma es tu mejor herramienta de prevención.
¿Cómo apoyar a otra mujer que se siente igual que tú?
Si conoces a alguien que está pasando por lo mismo y no sabe qué hacer, puedes marcar una gran diferencia solo con tu presencia.
Escucha sin minimizar:
Evita frases como “todo pasa”, “tienes que ser fuerte” o “mira lo que tienes”. Mejor di: “Estoy aquí para ti, te creo, y no estás sola”.
Anímala a buscar ayuda profesional:
Ofrece ayuda práctica, como enviarle contactos de terapeutas, acompañarla a su primera sesión o cuidarle a sus hijos mientras va.
No la juzgues si no puede con todo:
Tal vez no contesta mensajes, no sale o se muestra distante. Eso también es parte de la depresión. Sé paciente y sigue cerca sin presionar.
Acompaña desde la horizontalidad, no desde el deber:
No eres su salvadora, pero sí puedes ser un apoyo real y cálido. Escuchar, validar y estar presente ya es mucho más de lo que crees.
Cierre: Sí, puedes salir de esto
Si estás leyendo esto y te reconociste en cada párrafo, solo quiero decirte algo importante: no estás sola, y no es tu culpa sentirte así. Estar deprimida no te hace débil, te hace humana. Y mereces sentirte bien, vivir con calma, reconectar contigo misma y volver a disfrutar.
La pregunta me siento deprimida, qué puedo hacer es más que una duda: es el primer paso hacia tu recuperación. Buscar ayuda no es rendirse, es elegirte a ti misma por fin.
En Mindy.cl puedes encontrar psicólogas que te escuchan, que no te juzgan, y que están listas para acompañarte desde el respeto, la empatía y la evidencia clínica. Porque tu salud mental no puede esperar, y tú mereces una vida con sentido.